La globalización ha supuesto toda una revolución del mercado económico mundial, generando una red dinámica y global en la que pueden extrapolarse diferentes tipos de negocios así como formas de gestión y dirección empresarial proclives a ofrecer resultados tan positivos como elevados en beneficios. Sin duda, alcanzar este tipo de éxito hubiese sido totalmente imposible sin la innovación tecnológica del momento y el repunte de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) quiénes se han convertido en una herramienta fundamental para la comunicación y el “feedback” dentro del sector empresarial, asimismo el uso de las TIC resulta una valiosa arma para la publicidad y el marketing, en la actualidad las redes sociales son un medio más, para captar y persuadir al público anunciando y vendiendo productos procedentes de diversos puntos geográficos que pueden adquirirse fácilmente a golpe de “clikc”.
Sin ir más lejos, la idea de multinacional surge de la conjunción entre globalización y las TIC, se trata así de un ejemplo palpable de las ventajas de aunar ambos procesos dentro de una estrategia comercial, en la que se amplían puntos de venta y se abaratan costes de producción gracias a la deslocalización lo que genera a muchas de estas empresas trasnacionales alcanzar una economía de mercado en la que se garantiza el máximo beneficio. Las nuevas tecnologías se han transformado en un aliado importante para los emprendedores al hacer posible la venta de cualquier negocio o producto hacia otros países, en la que exportar una idea empresarial es factible y puede llegar a ser muy rentable, como ocurre en sectores en los que la demanda es constante y la oferta es amplia pero se encuentra diseminada en pequeñas empresas, las cuales se pueden integrar bajo la dirección de una única marca como es el caso de Gqdecorators, en Gran Bretaña una empresa que ofrece los servicios de profesionales de la pintura dentro del área de decoración en viviendas. Esta idea puede aplicarse a otro tipo de negocios ofertando un conjunto de servicios a precios asequibles que se ajusten a la demanda en detrimento de los pequeños establecimientos, es decir, poder aglutinar a un elevado número de trabajadores de la construcción más allá de una promotora al uso, en un país con proyección de urbanizar a gran escala por una módica cantidad.
Otra opción a valorar es la de comercializar algún producto vía online, parece algo ya muy visto no obstante, esta forma de venta posee una gran proyección de futuro a largo plazo, ya que genera grandes resultados muy lucrativos para el empresario, quién a través de la tecnología puede prescindir de un gran número de empleados, al contrario que ocurre en una tienda física. La clave de este tipo de negocio se centra en vender un tipo de producto a bajo precio que sea simultáneamente difícil de conseguir y deseado por el público, en un mundo en el que el paradigma del consumo cada vez se vuelve más extendido y cambiante hay que anticiparse a las demandas del cliente
En definitiva, para que un negocio pueda ser exportado debe existir un buen planteamiento del mismo en el que los “pequeños detalles marquen la diferencia y lo hagan único”, la rentabilidad del mismo debe estar asegurada, para ello debe realizarse un estudio de mercado en profundidad dentro del país en el que se quiere instaurar la empresa que avale su puesta en marcha y consolidación, al mismo tiempo que el servicio o bien ofertado debe mantener la relación calidad-precio cumpliendo con los objetivos empresariales.