Tras la gran acogida de La Conserva, el pasado mes de mayo, arrancaba su andadura su versión más informal bautizada como El Patio de La Conserva
Ana S. Diéguez
El animado barrio madrileño de Ventas tiene, desde el pasado mes de mayo, un nuevo punto de encuentro para los paladares más disfrutones. Bautizado como El Patio de la Conserva, se trata del último proyecto de los creadores de La Conserva. Una taberna moderna, que lleva desde 2016 conquistando a los madrileños con su fusión entre lo clásico y lo contemporáneo, que ha logrado un merecido Solete Repsol. Un distintivo que ofrece la prestigiosa Guía Repsol a aquellos restaurantes que destacan por su autenticidad. Restaurantes informales que sorprenden por su producto, servicio y esencia.
Con El Patio de la Conserva, sus artífices han querido dar un paso más allá. Un entrañable homenaje a esa cocina casera de siempre, a la que han aportado divertidos toques de inspiración italiana y andaluza. Nada más entrar, nos recibe su llamativo suelo de azulejos de vivos colores, donde nos aguardan sus sencillas las mesas de madera y una iluminación suave que nos adentra en una atmósfera cálida y sumamente acogedora.
En la carta de El Patio de La Conserva confluyen equilibradamente tradición e innovación, para deleitarnos con platos que no solo saben bien, sino que también entran por los ojos. Un apetecible recetario que va desde sus míticas patatas bravas o sus irresistibles torreznos crujientes, hasta opciones más atrevidas como la deliciosa focaccia al más puro estilo italiano o sus sensacionales huevos rotos que invitan siempre a mojar pan. En definitiva, cada bocado cuenta una historia, y cada plato es una invitación para disfrutar sin prisas.
Además, durante las mañanas de los sábados y domingos, nos espera su divertido brunch que podemos disfrutar desde las 12:00 hasta las 14:00. Un verdadero festival de sabores, en un ambiente relajado donde los buenos momentos están siempre asegurados. Un plan original y animado, que resulta perfecto para disfrutar en familia o con amigos y donde su gran equipo de profesionales, siempre nos hacen sentir como en casa garantizando la desconexión y los buenos momentos.
En nuestra primera visita a El Patio de La Conserva empezamos compartiendo un original y refrescante carpaccio de calabacín que aliñan con una sensacional salsa gremolata que elaboran con ajo, aceite de oliva, sal, perejil y toque de lima. Un divertido aliño que va acompañado de trocitos de rulo de queso de cabra y tomate seco, que se traducen en un magnífico plato que resulta perfecto a modo de entrante.
Continúanos con unos irresistibles torreznos. Super crujientes por fuera y muy tiernos por dentro, son una opción perfecta para compartir, al igual que los sabrosos violetes de Jaén, rellenos de una magnifica carne picada y con un crujiente y ligero rebozado que los convierten en absolutamente adictivos. Las tortillitas de camarones son otro de sus grandes reclamos y es que las frituras de El Patio de la Conserva cobran siempre un protagonismo indiscutible en su carta. Humeantes y sumamente crujientes, cada día cuentan con mayor número de adeptos, al igual que sus, ya famosas, hamburguesas. La clásica de vaca vieja es, sin duda, uno de sus buques insignia, aunque en esta ocasión nos aventuramos a probar la hamburguesa vegetal de alcachofa con una impresionante salsa casera con toques de pepinillos que es una delicia en toda regla. Acompañada de unas espectaculares patatas fritas, esta curiosa hamburguesa nos conquistó el paladar desde el primer mordisco.
El Patio de La Conserva aterriza en el barrio de Ventas para adentrarnos en un animado ambiente, informal y acogedor, que resulta ideal para coleccionar bonitos momentos en buena compañía mientras saboreamos los ricos platos que salen de su cocina. ¡El Patio de La Conserva os espera!
EL PATIO DE LA CONSERVA
Dirección: Calle del Azulejo 2
28028 Madrid
Teléfono: 633 54 93 26
Web: https://barlaconserva.com/
Ticket Medio: 20€
