La higiene femenina tiene que adquirir más peso en los centros educativos, donde la aplicación de medidas de higiene es crucial para evitar la propagación de virus y bacterias. Entidades como la OMS abogan por el derecho a la salud menstrual y promueven la necesidad de acceder libremente a productos e instalaciones sanitarias. Rentokil Initial provee a sus clientes de unidades higiénicas femeninas de calidad, brindando además un servicio integral de eliminación de residuos sanitarios
Mantener unas adecuadas condiciones de higiene es clave para poder garantizar la seguridad de los alumnos de colegios e institutos. El regreso a las aulas supone siempre un momento crucial en el que deben reforzarse las medidas de saneamiento que aseguren una vuelta al cole en entornos educativos limpios y sanos, minimizando así el riesgo al contagio de enfermedades.
En los centros de enseñanza una buena higiene es vital para mejorar la salud del alumnado. Para lograrlo, no solo es esencial educar en torno a unos buenos hábitos, también lo es contar con instalaciones dotadas con el equipamiento y los recursos necesarios. Tener servicios abastecidos con papel higiénico o de jabón, higienizadores de manos, papeleras, dispensadores de papel secamanos o secadores eléctricos, son cada vez más importantes y se han vuelto claves tanto para el mantenimiento de la higiene como también de la reputación de los propios centros educativos.
Más allá de todos estos elementos básicos, si hay un tema que está ganando cada vez mayor importancia es la necesidad de garantizar el derecho a la salud menstrual, una reivindicación promovida por entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cómo garantizar la salud menstrual en centros educativos
Para que la higiene menstrual sea una realidad, el acceso a los productos de higiene y a unas instalaciones sanitarias debe estar garantizado. Sin embargo, esto aún no sucede en muchos lugares en los que sigue existiendo una falta de concienciación y educación sobre la gestión de la menstruación. Una cuestión que sin duda puede llegar a poner en riesgo la salud de niñas y mujeres.
En España, con la modificación de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, se han establecido directrices claras para que en los centros educativos se garantice el acceso gratuito a productos de gestión menstrual.
Disponer de los productos de gestión menstrual es un paso esencial pero no el único. Los centros educativos deberán tener sus instalaciones preparadas, contando con dispositivos tan importantes como son las unidades higiénicas femeninas. Se trata de contenedores asépticos diseñados para recoger las compresas y tampones, evitando no solo atascos en tuberías o alcantarillados, sino también riesgos para la salud que este tipo de residuos pueden generar debido a su elevado contenido de microorganismos.
Desde empresas como Rentokil Initial, especializados en ayudar a los negocios a través de sus servicios de higiene, se brindan dispositivos fiables, duraderos y que ofrecen altos niveles de protección higiénica a los usuarios. De hecho, y en el caso de las unidades higiénicas femeninas, estas cuentan con un sistema automático para una protección higiénica superior, tecnología antibacteriana, así como con un mecanismo silencioso que permite un uso discreto del mismo.
Solo si se trabaja por crear un entorno seguro y limpio podrá garantizarse la seguridad de las personas, pero también enmarcar a la menstruación como un asunto de salud y derechos humanos.
Fuente Comunicae