Según los datos recogidos en su Informe de Impacto 2022, Oikocredit, la mayor cooperativa de inversión de impacto enfocada en los Países del Sur Global, ha financiado, a través de sus socios, a más de un millón de pymes de los sectores de la agricultura y el comercio. Casi 2.700 millones de personas en el mundo no tienen acceso a crédito y a los servicios financieros imprescindibles para mejorar su nivel de vida. Las mujeres emprendedoras son las principales destinatarias de los préstamos de Oikocredit
La Asamblea General declaró el 27 de junio el Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) para concienciar acerca de su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la economía global. Oikocredit, la mayor cooperativa de inversión de impacto enfocada en países de América Latina, África y Asia, se une a este día destacando la contribución de las mipymes al desarrollo de las economías locales y nacionales y al mantenimiento de los medios de subsistencia, en particular entre los trabajadores pobres, las mujeres, los jóvenes y los grupos en situaciones vulnerables.
Las mipymes representan el 90% de las empresas, entre el 60% y el 70% del empleo y el 50% del PIB a nivel mundial. Dentro de ellas, las microempresas son un componente vital de la economía global como motor de innovación, creación de empleo y crecimiento económico. Sin embargo, a menudo se enfrentan a desafíos significativos, como la falta de acceso a préstamos asequibles y a servicios financieros tradicionales. Casi 2.700 millones de personas en el mundo no tienen acceso a crédito y a los servicios financieros imprescindibles para mejorar su nivel de vida.
En este contexto, las finanzas éticas han surgido como alternativa sólida y responsable para las microempresas, sector en el que Oikocredit cuenta con una extensa experiencia. La inclusión financiera -entendida como el acceso equitativo a servicios financieros y productos, como cuentas bancarias, seguros y créditos- es un catalizador para el crecimiento económico, la estabilidad financiera y el desarrollo de negocios propios.
Así con su actividad ha financiado instituciones microfinancieras (77%), organizaciones de agricultura sostenible (18%) y proyectos de energías renovables (4%). Las organizaciones en las que invierte están ubicadas en África (21%), Asia (31% y Latino América (46%), que a lo largo de estos años han mejorado la vida de millones de personas.
«Las microempresas suponen un valioso aporte a las comunidades y economías locales. Favorecen el empleo estable, combaten las desigualdades y contribuyen a una mejor calidad de vida de las personas» comenta Rose Serrano, responsable de las relaciones con inversionistas de Oikocredit España. En Oikocredit invertimos en proyectos que permiten a las personas desfavorecidas construir una vida mejor a través de microcréditos, créditos a pequeñas y medianas empresas y participación en el capital social de empresas que han demostrado un importante compromiso económico y social».
Agricultura y comercio, sectores beneficiados por la inclusión financiera
Según el Banco Mundial, la inclusión financiera, es un elemento facilitador clave para reducir la pobreza y promover la prosperidad. Un reto al que Oikocredit lleva contribuyendo desde su creación casi 50 años atrás. Así solo el año pasado Oikocredit ha logrado llevar los servicios financieros a 38 millones de personas, de las cuales un 81% fueron mujeres emprendedoras y un 61% clientes pertenecientes al mundo rural.
Uno de los principales segmentos de Oikocredit en inclusión financiera son las instituciones de microfinanzas que apoyan a pequeñas y medianas empresas (PYMES) para proveerlas de servicios financieros democráticos y solidarios lo que contribuye a la creación y retención de puestos de trabajo y una mejor salud financiera para las pymes, además de empoderar a las personas de bajos ingresos.
Oikocredit, a través de sus socios, han financiado más de un millón de pymes, muchas de ellas localizadas en sus principales áreas de actuación, Latinoamérica (433), Asia (482) y África (203). Dentro de los sectores que se benefician de estas ayudas destaca la agricultura (43%) y el comercio (22%), seguidos en menor medida por los servicios (14%) y la producción (10%).
Domingo Cruz, caficultor y miembro de la cooperativa Chajul comenta: «Antes de unirme a Chajul trabajaba en una gran plantación. Ahora vendo mi propio café, frijol y maíz».
Mujeres emprendedoras, las principales destinatarias de los préstamos de Oikocredit
Mediante las microfinanzas las personas, sobre todo mujeres, son capaces de emprender un negocio y tener unos ingresos, mejorando así su capacidad de ahorro.
«Me ayudaron a cumplir mi sueño», comenta Marina Ananou de Costa de Marfil, vendedora de bolsos, zapatos y ropa. Su primer préstamo lo utilizó para comprar existencias y con el segundo la empresa creció y ahora tiene una pequeña tienda que vende artículos más lujosos.
A Kisan Gopal, agricultora y ganadera en Chandau (India) un microcrédito le permitió instalar una bomba de riego alimentada por energía solar en sus tierras, lo que evitó tener que ir a andar a la ciudad a comprar combustible para alimentar la bomba diésel que tenían.
Juana de El Salvador dio un paso adelante y montó su propio negocio de cestos de mimbre gracias a un préstamo de una entidad socia de Oikocredit con el que pudo comprar materiales más baratos en la gran ciudad y luego transportarlos hasta allí para venderlos directamente a su cliente final. Ahora Juana ha visto como su negocio crece y ha podido renovar su casa y acceder a la energía eléctrica.
Mercy Mbatia de Kenia comenzó en 2015. Con un préstamo que recibió, construyó gallineros y compró pollos y forraje. El resultado: empezó con 750 pollos y ahora tiene 1.500 gallinas ponedoras.
Éstos son solo unos pocos ejemplos de cómo la inclusión financiera impulsa el microemprendimiento en los países más desfavorecidos y donde la mujer, y según datos de Oikocredit, es la principal destinataria.
Fuente Comunicae