La OMS advierte de la pérdida temprana de la audición en población joven con edades entre 12 y 35 años, por el uso continuado de dispositivos. Desde el inicio de la pandemia se ha detectado un incremento del uso de los auriculares para reuniones de trabajo con videollamadas, para escuchar música, ver contenidos audiovisuales o durante la práctica deportiva. Expertos de Cottet inciden en la importancia del uso responsable de los auriculares para evitar daños y en la concienciación con un control auditivo
Cada vez se pasa más tiempo conectados a los diferentes dispositivos que se tienen al alcance como el móvil, la tablet, reproductores de música o las consolas, a través del los auriculares. Sin duda esta situación se ha convertido en algo habitual y a menudo se ven escenas cotidianas de personas por la calle con auriculares mientras escuchan la radio, música o hablan por teléfono.
Asimismo se ha visto incrementado su uso desde la llegada de la pandemia, para realizar reuniones de trabajo con videollamadas, para escuchar música o ver contenidos tv/series/películas, o durante la práctica de algunos deportes, hábitos incorporados que no favorecen a la salud, y en este caso a la auditiva.
Hay que señalar que los auriculares inalámbricos pueden ser los más perjudiciales, ya que aproximan el sonido muy cerca del tímpano y pueden lesionar más fácilmente a la función auditiva.
“La concienciación sobre cómo usarlos y el tiempo adecuado, es necesaria por parte de los especialistas para evitar una pérdida de audición prematura”, indica Laia Iglesias directora de Retail de Cottet. “Las pérdidas auditivas provocadas por el uso continuado de auriculares a un volumen excesivo suelen tener consecuencias a medio y largo plazo, de ahí la importancia en establecer controles periódicos para verificar si está dañado el oído y, si lo está, qué soluciones ofrecer”, concluye.
La doctora Ángela Callejo, otorrinolaringóloga del Instituto de Cabeza y Cuello (ICiC) – Clínica Mi Tres Torres de Barcelona, explica que un escenario a tener en cuenta, consecuencia de la epidemia causada por Covid-19, es el gran aumento del uso de las herramientas de telecomunicaciones consecuencia de las restricciones en los contactos sociales. “Ya antes de la pandemia la OMS advertía de la pérdida temprana de la audición en población joven, con edades comprendidas entre 12 y 35 años (alrededor de unos 1.100 millones de personas) por el uso continuado de dispositivos. Algunas de las recomendaciones recogidas en su informe para evitar dichos daños son limitar el volumen y tiempo de uso; así como aplicar en los dispositivos mecanismos de autolimitación del volumen”.
Asimismo, la doctora Callejo, hace referencia a cómo la necesidad del uso de la mascarilla de forma universal sí ha tenido un claro impacto sobre la capacidad de comunicación en pacientes que presentan hipoacusia, tanto por la dificultad que supone la mascarilla para la transmisión de la onda sonora como por la imposibilidad de realizar lectura labial del interlocutor. “Este fenómeno se ha traducido en un aumento del número de pacientes que consultan por hipoacusia con falta de discriminación y dificultad para la comunicación, tanto por primera vez como por empeoramiento de una hipoacusia ya conocida y aparentemente adaptada”, añade.
Conocer los oídos para saber cómo cuidarlos
El oído está formado por tres partes que funcionan conjuntamente para procesar los sonidos: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Una parte del oído interno, llamada «cóclea», contiene pequeñas células pilosas. Estas células son las encargadas de recoger los sonidos y transmitirlos al cerebro. Pero el ruido fuerte de forma continuada puede perjudicarlas y provocar que no se puedan enviar correctamente los sonidos al cerebro. Si con el tiempo se van lesionando estas células, irá afectando al oído interno y se producirá una pérdida progresiva de audición.
Laia Iglesias directora de Retail de Cottet recuerda que: “como expertos en audición tenemos la obligación de concienciar a la población sobre las posibles lesiones que se pueden suceder en los oídos sino hacemos un uso más responsable de los auriculares. Una buena forma de tener un control es asesorarse y mantener las revisiones periódicas anuales y si es necesario aconsejar soluciones que mejoren la calidad de vida en el caso de sufrir alguna deficiencia auditiva”.
Signos para prevenir y detectar una posible pérdida auditiva
El uso continuado de los auriculares y en concreto los de tipo botón pueden producir de forma gradual pérdidas auditivas pero como esa pérdida suele producirse poco a poco, no se le da la importancia necesaria y si no se tiene en cuenta, puede ser tarde.
“Limitar la intensidad y el tiempo de exposición a los ruidos y a los auriculares y mantener unos hábitos saludables, es muy importante para evitar daños auditivos futuros. Cuando se empiezan a sufrir molestias derivadas de zumbidos, pitidos, murmullos de fondo o distorsión de sonidos, pueden ser un signo de una posible pérdida auditiva. Además, tener esa sensación molesta, conocida como tinnitus o acúfenos de forma permanente, puede condicionar nuestro bienestar y la realización de tareas diarias. La prevención con la realización de revisiones auditivas y los avances tecnológicos nos permitirán detectar y tratar a tiempo posibles disfunciones”, reconoce la experta de Cottet.
Los especialistas recomiendan utilizar la regla de 60/60:
- No escuchar música, ver películas o jugar con las consolas a más del 60% del volumen máximo.
- Limitar el uso de los auriculares a 60 minutos como máximo.
- Limitar el tiempo de exposición.
Pérdida auditiva precoz y soluciones audiológicas
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) alerta de que estos factores están condicionando que la presbiacusia (pérdida de la capacidad de oír) aparezca a edades más tempranas. Se estima que los jóvenes pueden estar adelantando la aparición de problemas auditivos 20 años, debido sobre todo a la exposición al ruido con auriculares, situación que preocupa mucho.
Según la Asociación Nacional de Audioprotesistas en España, sólo un 6% de las personas que padecen pérdidas auditivas llevan audífonos. El motivo del bajo porcentaje de usuarios es que muchos desconocen una solución a su problema, no reconocen su deficiencia o se niegan a llevar prótesis por razones estéticas.
Sin embargo, la tecnología que se ofrece en centros de óptica y audiología como Cottet con audífonos de última generación que a penas se aprecian, son una buena solución para mejorar la calidad de vida.
* Fuentes: Cottet, OMS, SEORL-CCC, Asociación Nacional de Audioprotesistas.
Fuente Comunicae