El nuevo proyecto de Esteban Arnáiz nos adentra en una irresistible cocina de su tierruca

Ana S. Diéguez

Hay platos que nos transportan a casa con un solo bocado. Eso es exactamente lo que ha buscado Esteban Arnáiz con Fidela, su nueva apuesta gastronómica en el madrileño barrio de Chamberí. Junto con sus socios de Il Posto, este empresario cántabro ha creado un espacio donde el sabor de su tierra natal cobra vida en cada plato. Sabores de siempre, elaborados con las mejores materias primas y grandes dosis de cariño, para que podamos viajar a las maravillosas tierras cántabras a través del paladar.

En Fidela, la nostalgia se sirve en forma de rabas crujientes, alubias blancas con almejas, calamares en su tinta con patatas y bocartes rebozados. Un menú que rememora sabores tradicionales y que tiene como base los platos caseros que su madre, Fidela, le preparaba durante su infancia en Reinosa.

Este acogedor restaurante, que arranca su andadura a la altura del número veinticuatro de la calle Bravo Murillo, no solo rinde un bonito homenaje a Cantabria, sino que también incorpora guiños a otras regiones de España con irresistibles recetas como sus buñuelos de brandada de bacalao, la riquísima ensaladilla rusa o las deliciosas alcachofas salteadas con jamón y huevo poché, todas ellas opciones perfectas para compartir a modo de entrante. Pero, si hay algo que destaca de Fidela, es su espectacular tortilla de patata, y aunque no quieren presumir de ella, resulta difícil no hacerlo ya que es súper jugosa, tierna y siempre recién hecha.

En los platos principales de la carta de Fidela se ha querido mantener la esencia de la cocina de siempre, pero le han aportado un toque actual. Carnes de razas cántabras como Tudanca y Frisona, que podemos saborear en forma de tacos, cachopos o hamburguesas, mientras que entre las recetas del mar, los pescados brillan en recetas clásicas como las albóndigas o los tacos de merluza de pincho rebozados. Y, para terminar, no podemos dejar de mencionar sus postres caseros, como tarta de queso Tresviso o la torrija de sobao pasiego, que se convierten en una auténtica perdición para los más golosos.

Nosotros empezamos disfrutando de nuestra velada en Fidela con su irresistible aperitivo de morcilla con alioli que acompañamos de un sensacional pan de aceite. Un formidable comienzo que nos condujo a una exquisita cecina con aceite de oliva virgen que acompañamos de una llamativa ensalada de tomate Cantabria con cebolla roja. Un producto de primera calidad que nos conquistó con su delicioso sabor antes de pasar a probar unos delicados buñuelos de brandada de bacalao con un acertado punto de alioli casero que nos conquistó desde el primer bocado. Continuamos con sus famosas rabas de Santander, que van acompañadas de un original alioli cítrico, y que ya se han convertido en uno de los imprescindibles de la casa.

De los platos principales, probamos la pluma ibérica a la parrilla con patatas fritas. Una carne tierna y sabrosa, que nos sorprendió muy gratamente antes de acabar en el dulce momento final. Llegados a este punto, resulta fundamental probar la tarta de queso Tresviso y la original torrija de sobao pasiego con helado de galleta Lotus que hará las delicias de los más golosos.

Fidela es mucho más que un nuevo restaurante en el madrileño barrio de Chamberí. Un inolvidable viaje a la cocina de siempre y a esos maravillosos sabores de Cantabria con el sello personal de Esteban Arnáiz. ¿Podréis resistiros a este fantástico plan?

FIDELA

Dirección: Calle de Bravo Murillo 24

28015 Madrid

Teléfono: 919 55 06 00

Web: https://restaurantefidela.com/

Ticket Medio: 30€

Los comentarios están cerrados.

© 2025 revistanegocios.es | Todos los derechos reservados

Este sitio web utiliza cookies. Si continúa utilizando este sitio, estará aceptando nuestro uso de cookies. 

Exit mobile version