Coincidiendo con el aniversario 20 de su fundación, AleaSoft publicó varios artículos sobre la historia del mercado eléctrico español. Este mercado junto con el portugués conforma el mercado eléctrico MIBEL. En esta ocasión, el análisis de AleaSoft se centra en el mercado portugués, aportando información sobre su historia, comparativas con respecto al mercado español así como las perspectivas con las que este país afronta la revolución renovable
Mercado eléctrico MIBEL
El mercado eléctrico portugués se liberalizó con la entrada en vigor del Mercado Ibérico de Electricidad (MIBEL) el 1 de julio de 2007. Desde esa fecha en el mercado MIBEL se negocia la electricidad de toda la península ibérica. A grandes rasgos, para determinar el precio de cada hora se tienen en cuenta todas las ofertas de España y Portugal. Si no se satura la interconexión entre los dos países, el precio de esa hora para España y Portugal será el mismo, es decir, se produce el acoplamiento de los mercados (“market coupling”). En cambio, si la interconexión se satura, se produce la separación de mercados (“market splitting”) y el precio de ambos países será distinto.
El acoplamiento entre España y Portugal, es decir, el porcentaje de horas del año en que han tenido el mismo precio, ha ido aumentando con el paso de los años. En el año 2008 alcanzaba tan sólo un 38% de las horas pero aumentó rápidamente y en el año 2010 ya era del 87%. A partir del año 2014, cada año los precios de la electricidad de España y Portugal han coincidido en un porcentaje superior al 90% de las horas. Desde que comenzó MIBEL hasta la actualidad, el año en que se alcanzó un mayor acoplamiento entre los dos mercados fue el 2015 con un 98% de las horas.
Demanda de electricidad
El año de mayor demanda de electricidad en Portugal fue 2010, cuando la demanda repuntó hasta los 52,2 TWh después de caer ligeramente en 2009 al comienzo de la crisis económica global. En 2014 la demanda tocó fondo con 48,8 TWh, una caída del 6,5% desde 2010. Desde entonces, la demanda ha ido remontando lentamente hasta los 50,8 TWh registrados en 2018, superando la demanda de 2008 antes de la crisis, pero que se encuentra aún muy por debajo de los valores de 2010.
Comparando la demanda de electricidad con la de España, se puede decir que Portugal llevó la crisis un poco mejor. En España, la demanda también tocó fondo en 2014, pero aquí la caída respecto al máximo en 2008 fue del 8,3%.
Energías renovables
En Portugal, las renovables representan dos tercios de toda la capacidad de generación instalada en el país. La primera tecnología es la hidroeléctrica que supone el 37% de toda la capacidad, seguida de la eólica con un 26%. La solar fotovoltaica tiene un papel algo más testimonial con una cuota del 1,6%.
El punto de partida de Portugal, de cara a la revolución renovable que se anticipa para perseguir los objetivos de reducción de emisiones de CO2, está algo más adelantado que en el caso de España, donde las renovables suponen solo el 55% de toda la capacidad. Aun teniendo en cuenta que España cuenta con 7 GW de potencia nuclear sin emisiones de CO2, la fracción de parque de generación sin emisiones solo llega al 62%. Hay que tener en cuenta también que ya existen planes para el cierre de toda la capacidad nuclear española, por lo que no se puede contar con esos 7 GW para los objetivos medioambientales de 2030. Para ese año, si se cumplen los planes, solo deben quedar 4 GW de nuclear operativos.
Futuro de la generación de electricidad en Portugal
Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de Portugal, este país tiene como objetivo incrementar el peso de las energías renovables progresivamente para que, en el año 2030, el 80% de la electricidad proceda de fuentes de energía renovable. Para este año, se estima que la potencia instalada en Portugal sumará entre 30,5 GW y 32,0 GW. De estos, se espera que entre 8,2 GW y 8,7 GW sean de energía hidroeléctrica, unos 9,3 GW de energía eólica y unos 9,0 GW de energía solar fotovoltaica.
Para lograr estos objetivos, el gobierno portugués pretende aumentar en 2,0 GW la capacidad de producción de energía solar del país en los próximos dos años. Un incentivo para lograr este objetivo son las subastas de renovables, de las que se ha hablado mucho a nivel mundial por los precios récord más bajos de fotovoltaica conseguidos en la última subasta. En contraste, España no ha organizado ninguna subasta desde 2017, aunque la intención del gobierno es empezar de nuevo con subastas de manera más o menos regular para poder alcanzar los objetivos del PNIEC español.
El reto para Portugal es grande, siendo un país relativamente pequeño donde los requisitos de superficie para parques eólicos y fotovoltaicos pueden llegar a complicar los objetivos de capacidad instalada de estas tecnologías.