El distrito de Madrid Centro se mantiene como una opción segura de inversión a pesar de la incertidumbre del mercado. El nivel de ocupación de Madrid centro oscila entre el 90 y 95%: el aumento de la demanda por parte de inversores nacionales e internacionales ha superado ya los niveles prepandemia. El tipo de inmueble más buscado es de 50-80 metros con algún espacio exterior
Madrid Centro sobrevive a la volatilidad actual del mercado inmobiliario y a la previsible ralentización prevista para 2023, según vaticinan los expertos. La realidad es que, incluso en estos periodos de crisis e incertidumbre, la zona central de la capital se mantiene como una opción de inversión segura: aun con ligeras variaciones en momentos complicados, su crecimiento es constante. Lo explica Hernán Izraelewicz, fundador y director de Almanova, agencia inmobiliaria referente de la zona de Madrid Centro, que cumple 18 años formando parte de la comunidad de vecinos de los barrios de Atocha y Huertas.
Desde el fin de la pandemia del COVID-19, hay un incremento constante –que llega a superar los niveles prepandemia- de demanda por parte de inversores nacionales e internacionales que ven en el barrio un lugar en el que depositar su patrimonio. Sin embargo, debido a la reciente inestabilidad del EURIBOR, el nuevo inversor potencial es aquel que cuenta con recursos propios para evitar la financiación bancaria.
Gracias a ello, «el barrio tiene actualmente una ocupación que oscila entre el 90 y 95%. El porcentaje de vivienda vacía pertenece a residentes de edad avanzada que se han visto afectados por la pandemia y, en menor medida, a aquellas personas que han optado por el teletrabajo, abandonando la capital», explica Izraelewicz, «esto ha afectado incluso al producto demandado por el nuevo residente, penalizando mucho al piso interior. A día de hoy, el modelo de vivienda más demandada es la que tiene entre 50 y 80 metros con algún espacio abierto, ya sea un balcón o una terraza».
Contexto actual – Modernización
En estos 18 años Madrid centro se ha modernizado. «Ya no se trata de un espacio de interés turístico –que obviamente lo es- sino que se ha vuelto el lugar ideal para vivir para un nuevo consumidor más exigente, el de la segunda generación, que desea ser parte de la vida central de la ciudad, con todo lo romántico y castizo de la zona, pero con las comodidades actuales», explica el director de Almanova.
Entre las ventajas que ha traído consigo esta generación es la transformación y modernización que han impuesto al barrio: cada vez más bloques cuentan con ascensor, las fachadas se van rehabilitando y lo mismo ocurre con los espacios públicos (a pesar de todas las obras aún no finalizadas en el centro). El comercio local también se ha adaptado a ello: los más tradicionales y artesanales han añadido un toque desenfadado, pero también han aparecido nuevos conceptos gastronómicos para atender a la demanda existente.
Más profesionalización del servicio inmobiliario
Así, los expertos de Almanova recuerdan que «estos nuevos vecinos exigen cada vez mayor profesionalización a todos los agentes inmobiliarios, que ahora tienen que ofrecer un servicio Premium que abarca desde el inicio de la búsqueda y se prolonga hasta tiempo detrás de la compra, una calidad que siempre ha estado presente en Almanova desde que se fundó en 2004».
Pero para lograr la convivencia segura, sana y amistosa de los vecinos es imprescindible que se entiendan todas las partes: «el proceso de compra no es solo una decisión entre comprador y vendedor, es una decisión grupal. Elegir un perfil correcto para la zona es parte de nuestra labor. Debemos seleccionar a aquellos que invertirán en el barrio y en sus comercios y, a su vez, a compradores de locales que ofrezcan a los vecinos el servicio que están demandando. Somos parte del impulso de la zona y es una gran responsabilidad que estamos agradecidos de continuar ejerciendo tras 18 años en el barrio», asegura Izraelewicz.
18º aniversario de Almanova
Para conmemorar su 18º aniversario, la agencia inmobiliaria Almanova buscará a los vecinos «Alma del Barrio» de Huertas y Atocha, a los que premiarán con 200 € para gastar en los comercios de la zona. Así, desde el 20 de diciembre hasta el 3 de enero, en cada una de las oficinas habrá una azafata dedicada a esta búsqueda con un solo requisito: que el vecino lleve más de diez años residiendo en el área.
Del mismo modo, coincidiendo con el periodo navideño, Almanova retoma, por segundo año consecutivo, su acción #NadieSinSonrisa, un convenio de colaboración con la Fundación Esperanza y Alegría para la recogida y donación de juguetes a menores en situación de vulnerabilidad. El año pasado se beneficiaron de esta acción 200 familias y este año esperan superar su récord. Todo aquel que desee participar solo tendrá que elegir un juguete nuevo, dejarlo en sus oficinas (C/ Atocha 28 o C/ Huertas 57) y los Reyes Magos de Almanova serán los encargados de hacer que lleguen a sus destinatarios el día 6 de enero.
Fuente Comunicae