Actuaron siete rondas de otros tantos pueblos de La Alcarria conquense y guadalajareña, que además de fraternidad, también compartieron solidaridad y recuerdo con los afectados por la DANA, en Castilla-La Mancha, en Valencia y en otros lugares de España

Más de 1500 personas dieron ayer la bienvenida a la Navidad en Pareja, en el que es, después de XVI Ediciones, el evento clásico del final de año en La Alcarria, conquense y guadalajareña: el Certamen de Villancicos de la Villa de Pareja.

La edición de 2024 se ha celebrado en el día en el que la Constitución Española cumplía 46 años. Por eso, el alcalde de Pareja, Javier del Río, en su bienvenida de ayer, como localidad anfitriona del evento, recordaba, en el altar de la Iglesia de la Asunción de Pareja, que la Carta Magna es hoy, como siempre y más que nunca, «garantía de igualdad, libertad y democracia». 

Antes de que sonara la música, el regidor tenía un recuerdo especial para todos los afectados por la DANA, en toda España, pero especialmente en Valencia. «A los pocos días de suceder la tragedia, comprobé in situ los terribles daños que había causado la fuerza del agua. Acercamos hasta allí los productos de alimentación y de primera necesidad que los vecinos del pueblo habían entregado en el Ayuntamiento, pero, sobre todo, pudimos trasladar la solidaridad y cariño de nuestro municipio a la gente de Aldaya».

Del Río trasladó a la audiencia que llenaba por completo el gran edificio, el igualmente enorme cariño y agradecimiento con el que la ayuda parejana fue recibida por los vecinos de Aldaya, en la zona cero de la catástrofe, «con lágrimas en los ojos cuando les decíamos que proveníamos de un pequeño pueblo de Guadalajara, que queríamos ayudarles y que sentíamos su dolor como nuestro», describió. Por todo ello, el alcalde de Pareja se mostró convencido de que Valencia volverá sin duda a ser lo que fue, «pero lo hará mucho antes con la ayuda de todos y con los recursos del Estado, que se tiene que volcar con los afectados», y pidió que los villancicos sonarán, en la gran Iglesia de la Asunción de Pareja, «con el corazón puesto en la tierra valenciana y como auténticos cantos de amor y de paz, como dice la letra del himno de aquella región».

A continuación, al filo de las siete de la tarde, comenzaron a sonar los villancicos, presentados todos ellos por la concejala de Festejos, María Tierraseca, que fue dando paso a las siete rondas que actuaron. 

En su calidad de anfitriona, la Agrupación Musical de Pareja, interpretó dos villancicos, el que ganó el año pasado el primer premio en el Concurso de Villancicos Ciudad de Guadalajara, ‘La losa de nogal’, utilizando como percusión las antiguas tablas de lavar, y el nuevo, que el grupo local ha estado preparando a lo largo del otoño. Con él, competirán el próximo domingo, en el concurso de este año. Lleva por título ‘La mula Tomasa y el buey Federico’. Ambos son composición de la propia Agrupación -letra, música y arreglos- e incluyen un mensaje navideño.

«Estos dos animales, mula y buey, vieron nacer al niño, antes que los pastores. Su humildad y trabajo, y su nobleza, es el mensaje navideño que queremos transmitir este año a un mundo en el que estos valores hacen mucha falta», contaba ayer María Ángeles Druet, alma de un grupo que integran ahora quince músicos, con gran variedad de instrumentos: guitarras, bandurria, laúd, flauta travesera y violín, además de las percusiones tradicionales: zambomba, cajón flamenco y cascabeles. La Agrupación cuida mucho la puesta en escena de sus interpretaciones. Y, para este villancico, antes de empezar a cantar, pusieron delante, a la mula y al buey, flanqueando al Niño Jesús, e hicieron sonar en la interpretación, el cencerro del buey y las campanillas de la mula. El grupo, cada vez más diverso, intergeneracional y amplio, aporta la música tradicional a todos los momentos del año en Pareja, algo que les agradeció sinceramente, una vez más, el Ayuntamiento de Pareja en las personas de su alcalde y concejales, María Tierraseca y Ricardo Fernández. 

La Asociación de Mujeres de Sacedón interpretó ayer ‘La reina de los cielos’ y ‘El mejor de los nacidos’ en la Iglesia de Pareja, con sus clásicas camisas blancas y bufandas rojas. Son imprescindibles en el Certamen de villancicos de Pareja, al que no han faltado en ninguna edición. Siempre animosas, abrían el certamen con sus zambombas, panderetas, almirez, la botella de anís y huesos. Precisamente hoy, en el bar Plaza, va a tener lugar uno de los grandes eventos navideños de aquel pueblo, como es la ronda de Sacedón. Allí, como contaba ayer Julia Perales, no falta nunca el villancico ‘El Niño Dios se ha perdido’, el más clásico de cuantos se interpretan en esa localidad. Para el certamen de Pareja, las sacedoneras suelen combinar alguno de los clásicos con otros más modernos. «Estamos todos los pueblos muy unidos y queremos que no se pierda el espíritu de la Navidad», afirmaba ayer en Pareja.

Tampoco faltó a su cita con Pareja la Ronda de Alcocer, como ningún año, con sus más de 25 integrantes vistiendo unos originales pañuelos blancos, con notas musicales a modo de pentagrama. Mayte Cervigón transmitía anoche la ilusión de volver a cantar en Pareja. Interpretaron dos villancicos, uno tradicional, que tienen en su repertorio de otros años, ‘En medio de la noche’, y otro especial, que han ensayado con mucho cariño este año, y que lleva por título ‘Cantad pastores’.

«Actuamos con toda la ilusión del mundo por pasar juntos una tarde, que es lo importante», contaba. La Ronda de Alcocer va creciendo no solo en número. También en calidad musical, con la incorporación de nuevos instrumentos como guitarras, cajón flamenco, castañuelas o incluso flauta travesera, que enriquecen la percusión tradicional. Llevan ensayando su propuesta desde el final de las fiestas de septiembre, que Alcocer celebra en honor a las vírgenes del Espinar y del Tremedal, este año ayudados por una de las integrantes de la Banda de Música de Sacedón. Se preparan para una Navidad «con poca gente, en la que, los que estamos, hacemos cosas para que resurja el pueblo», terminaba.

Amparo Serrano, portavoz de la Ronda de Alocén, contaba que este año han elegido dos villancicos como ‘Amarillos’ y ‘Las casas del nacimiento’ que llevan ensayando «algo más de dos meses», desde finales de septiembre. Lo suyo es la percusión tradicional, con pandereta, castañuelas y el triángulo, recordando las navidades entrañables del siglo XX, «en las que se iba por las casas, pidiendo el aguinaldo y se cantaban los villancicos tradicionales». Según explicaba Amparo, «en Navidad viene poca gente; somos muchos más en año nuevo y reyes, cuando se hace la cabalgata». El de Alocén, celebrado la semana pasada, fue el primer certamen de villancicos de La Alcarria. 

Quince músicos de la Ronda de Escamilla-Millana se subían al altar de la Iglesia de Pareja para interpretar dos villancicos, ‘Los Cantes de Nochebuena’, y una jota navarra, hecha manchega, con los pastores de Escamilla como protagonistas. Este año, la Navidad en Escamilla se está viviendo con una ilusión especial. Y es que hoy mismo, 7 de diciembre, se celebra en aquel pueblo otro de los entrañables certámenes musicales de la comarca, que va rotando de pueblo en pueblo. «Estamos decorando las calles, para que cuando lleguen los vecinos de otros pueblos puedan disfrutar con un espectáculo de luz y de adornos, y también estamos preparando la Iglesia, incluyendo una sorpresa especial. Queremos que, todos los pueblos juntos, canten un himno de Navidad, de amor y de fraternidad», contaba ayer Mariano Ramírez, cuya abuela nació en Escamilla. Siguiendo el ejemplo de Pareja o de Valdeolivas, en Cuenca, esta ronda también va incorporando a su seno «a las nuevas generaciones, más preparadas y con más instrumentación». Y, como el alcalde de Pareja, Mariano también tuvo unas palabras para los valencianos. «Somos afortunados de vivir en una tierra que nos lo da todo. Por eso pedimos por la gente que este año lo ha tenido más difícil, para que se solucionen sus problemas y puedan vivir una Navidad hermosa como siempre fue la de aquella tierra generosa de música. de pasión y de alegría». 

La Ronda de Salmerón cantó ‘Las castañuelas’ y ‘La pastorcilla’, dos villancicos del cancionero manchego. «Nos juntamos en el local social del pueblo, dos meses antes de la Navidad, y los sacamos adelante», contaba ayer su animoso alcalde, Oscar Balcones. El regidor explicaba en Pareja que estas fechas «son cada vez más tristes porque queda menos gente en los pueblos». Aun así, Salmerón no se resigna ante la despoblación del medio rural. Y, en estas fechas, organiza una ruta de tapas, elabora su belén en la iglesia, que inaugura con todo su ceremonial, hacen pregón de Navidad, reciben la visita del paje real de los Reyes Magos, cantan villancicos en la ronda al pueblo, y declaran el día 5 de enero como el día del huevo frito, antes de la cabalgata, que terminan con una chocolatada. «A Pareja, le tenemos un cariño especial, porque fue donde la ronda de Salmerón cantó por primera vez en estos certámenes», terminaba su alcalde.

Lorenzo Casero, en representación de la Ronda de Valdeolivas, pueblo conquense que participaba por segunda vez en Pareja, explicaba que este año han cantado ‘Los milagros de San Antonio’ una tonada navideña que las familias del pueblo cantan en estas fechas, e innovaron con ‘Chotis de Belén’, con la música típica madrileña, y una letra adaptada. Con sus capas granates, cantaron más de una treintena de personas. «Estos certámenes tienen mucha fuerza. El año pasado nos gustó tantísimo que nos invitaran, que este año hemos vuelto a venir. Pareja nos acoge con mucho cariño», contaba. Y, a pesar de que no hay competición, «buscamos música para representar a nuestro pueblo debidamente y para agradar al resto». Los conquenses dedicaron su actuación a Sebastián Casero, miembro de la ronda recientemente fallecido.

Para terminar, el Ayuntamiento de Pareja obsequió a todas las rondas participantes con un jamón, con el que poder reponer fuerzas, todos juntos, en cada pueblo, en hermandad y compañía en lo que queda de fiestas, y, se invitó a todos los presentes, y en general a parejanos y visitantes, a un caldo caliente y un montado de chorizo que muchos degustaron bajo la iluminación navideña en la Plaza de la Constitución, al calor de la lumbre, cómo no, cantando villancicos.

Y una de las veteranas de la Agrupación Musical de Pareja, Virginia León, recibió un sentido homenaje, de sus compañeras, que tuvo eco entre todos los asistentes, por su valentía y lucha determinada contra la enfermedad, puesto que ayer, felizmente recuperada, pudo volver a tocar las castañuelas, contagiando su alegría y positividad a sus compañeras y al público que llenó la iglesia. Y también hubo un recuerdo para el párroco de Pareja, Javier Lucía, convaleciente de una enfermedad, junto con el agradecimiento al vicario de la diócesis, Agustín Bugeda, por la cesión de la iglesia para un evento al que acudieron numerosos alcaldes y concejales de la comarca.
 

Fuente Comunicae

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