Dentro de su plan de desarrollo eco sostenible y de Responsabilidad Social Corporativa, la compañía cárnica Grupo Tello Alimentación ha iniciado la instalación de paneles solares para autoconsumo en la cubierta de su planta de Totanés (Toledo). Con ello prevé cubrir, a base de energía limpia y respetuosa con el medio ambiente, una tercera parte de su consumo eléctrico actual, evitando la emisión de 2.000 tn de CO2 al año y reduciendo muy notablemente su huella de carbono.
Grupo Tello reafirma su compromiso con la salud del planeta apostando por el uso de una energía no contaminante. Así, de la mano de la tecnológica Acoeman, y con una inversión cercana a los cuatro millones de euros, ha iniciado el montaje de una planta solar en la cubierta de sus principales instalaciones, ubicadas en el municipio toledano de Totanés, y cuyo inicio de actividad se irá escalonando hasta finales de año.
El principal objetivo de Grupo Tello con este proyecto “es aumentar nuestra eficiencia sostenible con la incorporación de energías renovables que aceleren la reducción de nuestra huella de carbono. Gracias a la planta solar disminuiremos en 2.000 Tn las emisiones de CO2 al año, lo que equivale al efecto que supondría la plantación de 109.800 árboles”, explica Paulino Tello, CEO de Grupo Tello. Con una superficie de campo solar de 34.000 m2, compuesta por 12.313 paneles fotovoltaicos de silicio Monocristalino, tendrá una capacidad de producción total de unos 7.445.000 kWh anuales, equiparable al consumo de 2.275 hogares, aproximadamente.
La planta fotovoltaica se enmarca en el plan de sostenibilidad de la compañía, orientado a reducir la contaminación y a fomentar el uso eficiente de los recursos naturales. Un plan que contempla otras medidas ya aplicadas como la reducción del 25% de plástico en sus envases de la gama de loncheados; la fabricación de bandejas de termosellado para frescos en mono PET 100% reciclable, o el transporte de productos en cajas reutilizables para disminuir la generación de residuos. De igual forma, invierte importantes recursos para mantener sus granjas a la vanguardia tecnológica y cumplir con las mejores prácticas en bienestar animal y gestión de residuos, lo que también deriva en una importante reducción del impacto medioambiental.