En los últimos años, España ha experimentado un crecimiento notable del mercado de la comida para llevar (take away), impulsado principalmente por el cambio en los hábitos de consumo y la digitalización del sector gastronómico.
Para hablar en cifras, según los últimos datos, un 20% de la facturación actual de los establecimientos viene por esta vía y se espera que, poco a poco, vaya creciendo hasta casi igualar la que se tiene en sala. Pero basta con contar que casi el 65% de españoles ha usado esta alternativa de carta a domicilio para entender el esfuerzo y la adaptación de las cocinas.
¿Cuáles han sido los principales cambios?
En primer lugar, se puede entender que se ha necesitado reorganizar los taurinos de la cocina, ajustando no solo al personal para cubrir las horas punta que se pueden llegar a duplicar organizando dos líneas de preparación, una para sala y otra para comida a domicilio.
Esto supone, también una adaptación del propio espacio físico de la cocina con estaciones de trabajo para pedidos para llevar específicamente. Eso significa también un espacio de almacenaje de envases takeaway que cubran la presentación de todos los platos que se ofrezcan en esta modalidad.
Quizás esta es la parte que más ha cambiado la estructura de las cocinas, la previsión y necesidades nuevas para poder llevar, de forma cómoda, segura y saludable, los platos desde la cocina hasta la puerta de los hogares. Por suerte, hoy en día existen muchas opciones que permiten a los establecimientos emplatar en envases de plástico, aluminio o incluso materiales reciclados y reciclables los productos recién sacados del fogón.
Mientras que antes no existía esta necesidad, es vital que ahora tengan este tipo de productos así como bolsas de plástico o papel que faciliten a los repartidores su labor a la hora de transportar e identificar cada pedido durante su reparto.
“Trabajar para emplatar y sacar al comedor es lo habitual. Sin embargo, esta nueva línea de negocio depende de envases que garanticen la conservación del calor, la textura de los mismos y la propia presentación. Sigue siendo un producto de carta y no puede perder su esencia en el transporte” explican desde Envases y más.
Finalmente, no hay que olvidar otro de los puntos fundamentales: la tecnología. La llegada de pedidos online a través de distintas plataformas de delivery requiere de sistemas de gestión que canalicen la entrada de órdenes y que gestionen y prioricen cada una de ellas atendiendo a la hora de llegada y salida. Hay que tener en cuenta que cada vez es, también, más importante la presencia en redes y disponer de una página web desde la que pedir directamente.
La sincronización de esto en cocina, personal y personal de reparto es clave para poder seguir creciendo e incluso incrementando la facturación de esta línea empresarial que ha llegado para quedarse.