Un estudio realizado por las universidades de Bochum y Greifswald (Alemania) ha demostrado que virus como el COVID-19 pueden llegar a permanecer en diferentes superficies hasta 9 días, y que, sin embargo, desinfectantes como el hipoclorito de sodio al 0,1% o el etanol al 62-71% son capaces de eliminarlos en tan solo un minuto. Por ello, junto a la imposición de las medidas de higiene personal, durante estos dos meses ha proliferado la necesidad de aplicar diferentes técnicas de desinfección con agentes biocidas que los destruyan y disminuyan las posibilidades de contagio.
Pese a lo que se pueda pensar, actualmente no existe ninguna pintura capaz de acabar con este tipo de microorganismos, independientemente de si contienen unos altos valores de pH entre su composición. Y es que estos productos son capaces de matar las bacterias, pero no los virus. Ahora mismo, las únicas formas de combatirlos son con temperaturas superiores a 60ºC o por medio de técnicas de desinfección.
El problema de esta solución es que daña profundamente la superficie de pinturas y techos, y acaba deteriorando su apariencia. Para evitarlo, Sto, compañía especializada en la fabricación de revestimientos de interior y exterior en la construcción, cuenta dentro de su portfolio con StoColor Opticryl Matt, una pintura de interior resistente a los agentes biocidas, cuya composición está libre de disolventes y plastificantes, es baja en emisiones y aguanta la abrasión húmeda.
Está especialmente recomendada para hospitales, residencias de la tercera edad, laboratorios, cocinas, baños, restaurantes y hoteles. Con el fin de comprobar su efectividad, la compañía alemana ha evaluado el comportamiento del producto mediante un riguroso testeo en sus laboratorios, donde ha analizado su reacción ante los desinfectantes más comunes del mercado. Gracias a este análisis, ha comprobado que la pintura resiste hasta 10 ciclos diarios de desinfección.