La ciudad china de Wuhan, el epicentro del origen de la pandemia del coronavirus, ha entrado en pánico ante la posibilidad de una nueva ola de transmisión de la enfermedad. Los seis nuevos casos de contagio local, registrados entre el 10 y 11 de mayo son personas que ya estaban en cuarentena clasificadas como asintomáticas antes de realizarles la prueba que ha dado positiva.
El pasado 8 de abril, Wuhan levantaba el confinamiento y desde entonces no se había registrado ningún contagio. Ahora han saltado todas las alarmas ante el miedo de que la enfermedad pueda provocar una segunda ola de contagios. Por ese motivo, el Gobierno chino ha informado que hará un test a los más de 11 millones de habitantes de la ciudad en los próximos días. Se priorizará a los grupos vulnerables.