Así de contundente se ha mostrado el fiscal de la República de la capital francesa, Rémy Heitz quien ha propuesto que los reincidentes en multas por saltarse el confinamiento sean sancionados con un periodo de trabajo social en los hospitales del país. Eso sí, cuando la pandemia haya terminado.
Heitz asegura que un castigo de este tipo sería más efectivo que la sanción monetaria (que en el país galo se eleva hasta los 3.750 euros) o la pena de cárcel de hasta seis meses que se impone aquellos que acumulan reincidencias graves.
El fiscal aseguraba también en una entrevista en la radio pública France Info, que está satisfecho por cómo se están cumpliendo las medidas de confinamiento y restricción. «Sobre cada 10 controles, 9 personas están en regla» detaballa Heitz.