¿Cómo serán las nuevas rutinas en la oficina, en el colegio o en los propios hospitales? Esta es la pregunta que, con la nueva normalidad, se está formulando la mayoría de la población.
Atendiendo a la información que se hace pública, está claro que desinfección, higiene, materiales específicos y distanciamiento social serán algunas de las claves. Pero también entra en juego el acondicionamiento acústico.
¿Qué hace uno cuando no puede escuchar y entender correctamente a la otra persona con la que estás hablando? El instinto hace que las personas, en esas circunstancias, reduzcan de forma inconsciente el espacio que les separa.
“Con las soluciones fonoabsorbentes Clase A de Ecophon se puede conseguir un acondicionamiento que favorece la inteligibilidad de la palabra, reduce la reverberación y la fuerza sonora y controla la propagación del sonido en un centro de trabajo. Además, esta reducción de exposición al ruido implicará no solo un aumento del confort de los trabajadores, sino que también jugará un papel fundamental en la forma en la que realizan su trabajo. Está demostrado científicamente que un buen acondicionamiento acústico en oficinas puede incluso aumentar la productividad” explica Juan Negreira, Doctor Ingeniero Acústico y Concept Developer en Saint-Gobain Ecophon España y Profesor adjunto en la Universidad de Lund (Suecia) & La Salle (Barcelona).
3 espacios que será necesario revisar
- Salas de reuniones: las videoconferencias con equipos en remoto van a adquirir un nuevo estatus dentro de la rutina de comunicación. Así, las salas de reuniones serán los lugares perfectos para programarlas. Retirar muebles para dar más capacidad al equipo con las medidas sanitarias recomendadas aumentaría la reverberación del sonido y la disminución de la inteligibilidad, lo que podría provocar cansancio, y reducción de la atención y concentración de los presentes.
- Espacios abiertos: siempre han sido un reto acústico, y más ahora si cabe con la potencial reducción de mobiliario y densidad de puestos de trabajo. El hecho de elevar la voz por la sensación de no escucharse bien hace que tanto el nivel de ruido como la propagación sean elevados, aumentando las distracciones entre los trabajadores y disminuyendo la privacidad.
- Cafeterías y cocinas: serán lugares donde las condiciones acústicas deberían ser las adecuadas para asegurarse de que los empleados no necesiten reducir la distancia social para escucharse mutuamente.
“La solución pasa por techos y paneles de pared fonoabsorbentes de lana de vidrio que, además, puedan soportar limpiezas intensas en seco, con aspirador e incluso con agua a alta presión y con vapor, para así cumplir con los protocolos existentes. Los equipos de limpieza están actualmente incidiendo en las superficies con desinfectantes químicos e incluso ozono. Por eso, es importante que los materiales utilizados en el diseño no favorezcan la proliferación de moho ni de bacterias, según la norma ISO 846. En techos, por ejemplo, existen soluciones «soft» fonoabsorbentes de lana de vidrio que cumplen las mismas premisas de higiene y desinfección (e incluso mejoran) que techos «duros» de escayola y metálicos más tradicionalmente utilizados. Un buen acondicionamiento acústico proporcionará confort a los usuarios finales y podrá suponer un aumento de productividad y una reducción del estrés cognitivo, entre otros” explica el Doctor Ingeniero Negreira.