Europa vive una etapa convulsa en lo que a quiebras empresariales se refiere. El 2023 cerró, pese a los incentivos de los distintos gobiernos y las medidas para paliar la situación económica que provocó la pandemia, con las mismas cifras que antes de ella.
Y, en ese contexto, España se posicionaba como el cuarto país en cifras de la UE y eso hace a muchos preguntarse, ¿es posible remontar la situación antes de terminar de tirar la toalla?
Desde MGR Consultores tienen la respuesta clara, sí. Hay que ponerse en manos de consultores que conozcan el sector, la legislación y las opciones para conseguir sanear las cuentas y tener una nueva oportunidad de levantar la compañía.
¿Por qué dejarse aconsejar y gestionar?
“Un consultor puede proporcionar una evaluación objetiva de la situación financiera de la empresa. Esto es particularmente importante en casos de insolvencia, donde las emociones y las inversiones personales pueden nublar el juicio. Podemos analizar los estados financieros de la empresa, identificar las causas fundamentales de las dificultades financieras y recomendar estrategias para abordar los problemas” explican
Son, además, claves a la hora de desarrollar un plan de reestructuración que puede implicar negociar con acreedores, reducir costos o desinvertir activos complementarios.
Este tipo de profesionales están al tanto de las normativas y puede brindar orientación sobre los requisitos legales y reglamentarios durante los procedimientos de insolvencia, asegurando que la empresa cumpla con todas las regulaciones necesarias para evitar problemas añadidos.
Tender puentes para ayudar a reconstruir estas relaciones comerciales que vuelvan a sentar las bases y a encontrar puntos en común con la verdadera demanda es lo que puede conducir a un resultado más exitoso para todas las partes involucradas.
A la hora de seleccionar al profesional al que se le dará la confianza para levantar una situación de quiebra, es importante tener claro qué requisitos debe cumplir. Los conocimientos y la experiencia en estos casos de insolvencia, quiebra y reestructuración son fundamentales.
“Sabemos que cuando llegan ponen en nuestras manos un proyecto, habitualmente familiar, con el que quieren seguir de ser viable. De ahí que demos lo mejor de nosotros mismos por encontrar la vía para hacerlo. Ofrecemos soluciones personalizadas para ellos teniendo como máxima la confidencialidad y ética. Es necesario que confíen en nuestra experiencia y práctica” comentan