La contratación de seguros de vida está aumentando como consecuencia del coronavirus. Aunque, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es un producto recomendable únicamente para quienes tengan elevadas cargas financieras o familiares y quieran evitar futuros problemas a sus allegados en caso de fallecimiento o incapacidad absoluta permanente. Además, OCU advierte que no es un producto sencillo y puede reunir cláusulas y condiciones especialmente desaconsejables.
Para empezar, muchos usuarios desconocen que existen varios tipos de seguro de vida para cubrir el fallecimiento. Los más numerosos son los anuales renovables, que tienen un año de duración y se van renovando automáticamente cada año. Pero también los hay temporales, que se contratan por un tiempo determinado, por ejemplo 20 años, y normalmente con una prima anual constante y un capital asegurado constante (o al menos fijo y conocido de antemano).
La opción más habitual es contratar un seguro anual renovable, ya que de entrada suelen ser los más económicos. El problema, según OCU, es que la mayoría de las compañías no informan de sus primas a futuro, por lo que podrían aumentarlas libremente y de forma exagerada según pasan los años, lo que en la práctica es una expulsión. Es más, algunas compañías ni siquiera garantizan la prórroga de la póliza, lo que también podría dejar al usuario sin seguro cuando más lo necesitase. Y muchas no aclaran si aceptan enfermedades preexistentes que el asegurado desconociera en el momento de la contratación, otro riesgo añadido.
Los seguros de vida temporales cuestan de entrada el doble o incluso el triple que un seguro anual renovable, pero el usuario tiene la tranquilidad de que la compañía no cancelará unilateralmente la póliza ni le subirá el importe de las primas. Eso sí, conviene comparar precios porque, por ejemplo, para un capital de 100.000 euros durante 20 años, una persona de 50 años tendrá que pagar entre 1.000 y 1.800 euros cada año según la compañía finalmente elegida.
A raíz del coronavirus, OCU recuerda que los seguros de vida, en general, cubren los riesgos derivados de pandemias. Ahora bien, los nuevos solicitantes que hubieran sufrido secuelas por esta enfermedad, podrían ver incrementada la prima básica o, directamente, ser excluidos. Todo dependerá de la valoración que haga el departamento médico de la aseguradora a partir del informe médico del solicitante y del cuestionario de salud que tiene que rellenar el futuro asegurado.