El coronavirus está sometiendo de nuevo al mundo a una crisis sanitaria y económica que marcará una época. La situación actual vuelve a parecerse a la de marzo, cuando la curva de los contagiados por coronavirus estaba en lo más alto.
Desde que llegó el coronavirus, son multitud las medidas llevadas a cabo para combatirlo y evitar la rápida propagación del mismo.
El sector horeca ha sido uno de los más afectados por la pandemia. La hostelería cerró sus puertas desde el primer día de manera generalizada, y su apertura se ha visto afectada por restricciones de aforo, distanciamiento social, limitación del horario…
Los colegios también cerraron sus puertas al inicio de la pandemia para no poner en riesgo a los más pequeños.
Tanto los restaurantes como los colegios, han tenido que llevar a cabo multitud de modificaciones en sus instalaciones para poder ofrecer el servicio de comidas con el mínimo riesgo tanto para sus empleados como para los alumnos del colegio o clientes del restaurante.
Entre las medidas adoptadas, y que pueden cambiar según las necesidades de cada momento, están las de aplicar una serie de pautas de higiene y seguridad alimentaria para reducir contactos.
Otras medidas llevadas a cabo han sido la transformación de las disposiciones de sus espacios y la modernización del equipamiento de las cocinas.
Se han modificado las disposiciones de las salas de comida o comederos para garantizar que todos los grupos mantengan una distancia de al menos 2 metros y se han hecho varios turnos de comida para reducir el aforo de los locales.
Empresas como Hiperhostel, soluciones profesionales de maquinaria para hostelería, han llevado a cabo la transformación de numerosas cocinas y espacios. “Esta situación nos ha pillado a todos por sorpresa, nadie esperaba que el coronavirus nos afectase de esta manera. Estamos trabajando sin descanso para conseguir que las cocinas cumplan con todas las medidas de higiene y seguridad para poder ofrecer su servicio con el menor riesgo posible” comenta José Luis, CEO de Hiperhostel.
Los establecimientos de hostelería tardarán meses en recuperar la antigua normalidad, por lo que de momento, tendrán que adaptarse a las nuevas medidas para poder seguir con el funcionamiento de sus negocios.