El Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas para adolescentes de la Comunidad de Madrid ha aumentado durante los meses de confinamiento por el COVID-19 la atención prestada a los menores, sus familias y a los profesionales que trabajan con ellos, al recibir un mayor volumen de consultas sobre patologías relacionadas con la dependencia y el uso excesivo o indebido de las nuevas tecnologías.
14 agosto 2020
El confinamiento fue un factor de peso en el empeoramiento de la conducta de los adolescentes, según relatan las familias. Las llamadas de padres y profesionales al Servicio de Atención fueron aumentando a medida que los menores pasaban más tiempo en sus domicilios. Desde marzo se ha ofrecido tratamiento especializado a 22 menores y seguimiento preventivo a 25 familias.
El problema de la adicción a las tecnologías se ha agudizado no sólo a consecuencia del confinamiento, sino por otros factores como el aumento de estrés en el contexto familiar, los hábitos de comunicación poco saludables o el estilo educativo de la familia.
Mediante los servicios telemáticos ofrecidos por la Comunidad de Madrid desde el comienzo del confinamiento, y que continúan en esta nueva etapa post-COVID, psicólogos y educadores han prestado atención individualizada a las consultas.
También han realizado una importante labor de prevención a través de diez talleres dirigidos a padres, cuidadores y profesionales de los sectores clínico, social y educativo, en los que han participado 413 personas. Asimismo, han desarrollado un ciclo de talleres para adolescentes, de tipo preventivo, con contenidos adaptados a sus intereses y orientados de forma terapéutica.
Uso inadecuado de las nuevas tecnologías en adolescentes
El Gobierno regional trabaja para asegurar el bienestar de la infancia y la adolescencia de nuestra región. Con el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas de la Comunidad de Madrid se ofrece un tratamiento especializado a adolescentes entre 12 y 17 años con conductas de uso inadecuado, abuso o dependencia de las nuevas tecnologías.
Las nuevas tecnologías tienen un gran potencial educativo, comunicativo y de ocio, pero su uso inadecuado o abusivo conlleva consecuencias negativas graves entre las que pueden aparecer aislamiento social, bajo rendimiento escolar, acceso a contenidos inapropiados, contacto de riesgo con desconocidos y suplantación o pérdida de identidad. Asimismo, la pérdida de control y la sensación placentera del adolescente pueden desencadenar una situación de dependencia y adicción.
El servicio se encarga de la evaluación de la conducta de los menores, la interacción que les provoca el uso de las tecnologías en su vida cotidiana y su grado de pérdida de control, analizando si interfiere en las actividades escolares, las relaciones sociales y familiares e incluso en su propio cuidado personal.
En 2019 los profesionales de este Servicio atendieron a 3.108 personas, de las que 336 recibieron tratamiento especializado, generalmente relacionado con la adicción a redes sociales o videojuegos.
Actualmente, los técnicos están ofreciendo, de forma telemática, sesiones de tratamiento especializado para familias, cuidadores y adolescentes; sesiones de orientación a familias sobre el uso de las tecnologías de sus hijos; talleres virtuales sobre el uso de las tecnologías en la adolescencia; y asesoramiento a profesionales en contacto con adolescentes mediante coordinaciones telefónicas y correos electrónicos. Además, colaboran con las entidades que trabajan con familias y adolescentes en acciones de carácter preventivo.