Coger un vuelo en cualquiera de los principales aeropuertos de la red española conlleva, hoy en día, conocer previamente el estado sanitario del destino, las restricciones, las pruebas que hay que llevar para poder embarcar y las que se necesitarán también a la vuelta…todo ello, teniendo el estrés de horarios, fechas de caducidad de las mismas, etc.
Esto, que a priori es subsanable, es lo que ha llevado a muchos españoles a optar por el turismo interno y por potenciar destinos de cercanía que, además, los llevan también a descubrir gran parte de la rica historia de nuestro territorio.
Los amantes de la historia, además, pueden optar por buscar alojamientos dentro de castillos que han sido reformados y rehabilitados como hoteles boutique o incluso en alguno de los Paradores en España, una red de establecimientos emblemáticos que traen también la historia, la calidad y la ubicación como bandera.
¿Qué ciudades merece la pena visitar por los alojamientos en parador?
Ronda: esta localidad andaluza cuenta con uno de los enclaves más fotografiados, históricos y bonitos que uno pueda imaginarse. Y el Parador, de hecho, está en pleno casco histórico, alojado en lo que otrora fuera Casa Consistorial. El puente sobre el Tajo es uno de los principales atractivos, pero lo cierto es que todo lo que rodea esta localidad, merece la pena: gastronomía, tradición, cultura, historia…
Baiona: en plenas Rías Baixas gallegas se encuentra esta fortaleza que, abierta al mar, es hoy uno de los paradores más bonitos de todo el norte. Quienes han tenido la suerte de estar, hablan de atardeceres únicos y casi bucólicos y de un servicio y entorno que invita a de verdad descansar, desconectar e incluso planear la escapada a las Cíes.
Olite: el Parador de Olite, en Navarra, directamente sirve para vivir en otra época y viajar en el tiempo. El Palacio-Castillo Primitivo habla de una época de batallas, de reinos y reyes dispuestos a todos por conquistar su territorio, de un medievo único que ha situado siempre a nuestro país a la cabeza de la historia europea.
Fuente Dé: Cantabria siempre es una buena idea y, si es en su parador de Fuente Dé, más aún con la verticalidad de los Picos de Europa coronando el paisaje y entorno en el que se encuentra el establecimiento.
Bielsa: el Parador oscense es otro acierto rodeado de naturaleza, de belleza y de una arquitectura típica del norte español que habla de la inclemencia de inviernos fríos y de chaqueta en verano. Lagos, montañas y todo teñido de verde es siempre un buen plan para quienes huyen del calor.