Muchos son los que, a estas alturas de partido, se sorprenden viendo cómo durante el año pasado algunos de los inmuebles más demandados han sido garajes y trasteros. La realidad es que son adquisiciones que apenas tienen riesgo, que no suponen una descapitalización grande y que, en la mayoría de casos, no necesitan de línea de crédito para poder realizar la operación.
Pero, qué es lo que está haciendo que sean tan solicitados.
“En primer lugar, vivimos en una sociedad en la que los pisos han ido perdiendo metros. Eso es un reto, por ejemplo, para los armarios, pero también para almacenar, por ejemplo, elementos de una época en la que crece la familia, en la que se practica un deporte o incluso en el que se renuevan ciertas cosas del hogar” explican desde La amuebladora.
Uno de los principales beneficios de alquilar un trastero es la comodidad que ofrece como solución. Son un lugar seguro y accesible para guardar pertenencias que tal vez no quepan en una casa o apartamento y su acceso suele estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que permite flexibilidad para almacenar y recuperar artículos a demanda.
También se pueden alquilar trasteros para necesidades a corto o largo plazo, proporcionando a particulares y empresas soluciones temporales que solucionan ciertos excesos de stock.
Además, hay que hablar de la rentabilidad que ofrece. El alquiler de trasteros suele ser más económico que otro tipo de inmueble como los locales y se adecúa mucho más a la demanda generalizada de particulares. El seguro para los artículos almacenados a menudo se puede incluir en el precio del alquiler, lo que proporciona valor añadido y tranquilidad.
Se han convertido en una popular oportunidad de inversión para los pequeños inversores debido a su rentabilidad.
Los trasteros tienen una demanda constante y bajos costes generales, lo que los convierte en una opción de inversión atractiva. Los inversores pueden comprar una unidad de almacenamiento y alquilarla para obtener ganancias, a menudo con un mantenimiento mínimo.
La rentabilidad de los trasteros ha atraído a pequeños inversores que buscan una oportunidad de inversión estable y de bajo riesgo y que se suman a emprendedores que ponen en marcha espacios de almacenaje en zonas industriales buscando socios para cubrir su inversión que, según los expertos, supera el 80% de la ocupación.