Una encuesta europea sobre la Inteligencia Artificial (IA) pone de relieve que la mayoría de los consumidores conoce esta tecnología y confía en que un futuro podrá mejorar la calidad de vida de los consumidores. Sin embargo, al mismo tiempo muestra la poca confianza que tienen en el uso que puedan hacer las empresas y en la falta de control por parte de las administraciones lo que supone un freno para el desarrollo de estas tecnologías.
La encuesta se ha llevado a cabo en 9 países (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Suecia y España) donde una muestra representativa de 15.150 consumidores (1.495 en España) han respondido a diversas cuestiones relacionadas con la IA. El objetivo de este estudio llevado a cabo por las organizaciones de consumidores de BEUC era determinar el grado de conocimiento que tienen los consumidores sobre la IA, su experiencia con los servicios que en la actualidad utilizan este tipo de tecnologías, las esperanzas y expectativas que genera en los consumidores y por ultimo las preocupaciones que suscita su utilización generalizada.
Alto conocimiento y muchas esperanzas
La encuesta de OCU a nivel europeo destaca el alto conocimiento que en general tienen los consumidores sobre la IA. Un 90% de los españoles han oído hablar de la IA y un 70% considera que ya está muy presente en sus vidas, porcentaje muy superior al 59% de Alemania o el 45% de Polonia. Tan alto es el conocimiento como las expectativas. Los consumidores creen que la IA va a ser útil en diferentes aspectos de su vida. Un 70% de los consumidores cree que servirá para predecir accidentes, un 62% considera que podrá predecir problemas de salud, un 58% para mejorar la seguridad y prevenir la delincuencia, un 51% para prevenir problemas financieros y un 50% cree que ayudará a advertir averías en los electrodomésticos. Además, un tercio de encuestados confía en que contribuya a aumentar la esperanza de vida o hacer un mundo más sostenible. Por el contrario, solo un 6% considera que la Inteligencia Artificial no servirá para nada.
En el presente aportan poco valor añadido
Sin embargo, la encuesta europea de OCU, señala que las esperanzas y expectativas de los consumidores, no se ven aun reflejadas en el presente, puesto que entre los consumidores abundan los que conceden poco valor a los servicios y aplicaciones que ya funcionan con inteligencia artificial y especialmente muestran poco entusiasmo por las soluciones ofrecidas por sistemas de decisión automatizada.
Preguntados por los servicios relacionados con al IA utilizados en el último año, los consumidores señalan que son los servicios de navegación inteligente basados en información real los más utilizados.Tres de cada cuatro consumidores los ha usado y un 49% les conceden un alto valor añadido. Le siguen los servicios de publicidad y contenidos personalizados, las recomendaciones de noticias y contenido en redes y los asistentes de voz, que han sido utilizados por el 67% de los usuarios, pero que sin embargo solo uno de cada cuatro usuarios les concede mucho valor. Las recomendaciones en servicios de streaming y las apps de reconocimiento musical han sido usadas por mas de la mitad de los consumidores, aunque solo un tercio de los usuarios le reconoce un alto valor añadido. Los asistentes domésticos virtuales, han sido usados por un 46% pero solo dejan satisfechos al 22% de los usuarios.
Respecto de los servicios que se prestan a través de decisiones automáticas, sin la presencia humana, todavía están poco desarrollados y el nivel de satisfacción es aún mas bajo. Los relacionados con la gestión de préstamos y la adquisición de bienes son los más usados. Aunque destacan los servicios de atención al cliente que prestan información o asistencia a los consumidores, como los que menos satisfacción ofrecen, pues la respuesta obtenida no convence al 43 % de los consumidores.
Desconfianza en empresas y administraciones
La encuesta de OCU señala de forma clara el principal freno que hoy existe al desarrollo de los servicios basados en la IA. Y es que, a pesar de que muchos piensan que estos servicios pueden ser útiles y contribuir a mejorar su calidad de vida, son también muchos quienes desconfían de la actuación de empresas e instituciones. Un 67% de los ciudadanos esta de acuerdo en el que uso de la IA servirá a las empresas para manipular a los consumidores. Un 65% de los ciudadanos piensa que puede provocar mayores abusos en el uso de datos privados y personales. Un 61% cree que puede servir a los gobiernos para controlar a los ciudadanos.
El impacto de la IA en la sociedad también genera incertidumbres, un 68% de los ciudadanos cree que el desarrollo de los sistemas de IA supondrá una pérdida de puestos de trabajo en diversos sectores. Por el contrario, un 50% cree que aumentará la esperanza de vida y un 44% cree que el mundo será más sostenible.
La falta de confianza en la capacidad de las autoridades de controlar de forma eficaz la actuación de las empresas es mayoritaria. Un 47% confía muy poco, un 40% a medias y solo un 13% de los ciudadanos cree que hay un control adecuado.
La encuesta de OCU también señala que el 80% de los consumidores cree que debería regularse el derecho a someterse a decisiones automatizadas y la mitad de los consumidores cree que no están claras las responsabilidades en caso de que falle la IA y esto produzca algún tipo de daño o perjuicio en los consumidores.
Ante este panorama OCU considera que para desarrollar la IA y que esta contribuya a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es necesario:
Asegurar un marco legal sólido a nivel europeo que proteja a los consumidores y les brinde la confianza necesaria que permita el desarrollo de la IA, que garantice una protección eficaz contra los posibles abusos y la manipulación, brinde la transparencia necesaria y garantice la responsabilidad de las empresas cuando algo sale mal. Si una regulación adecuada la confianza del consumidor IA no podrá alcanzar su máximo potencial.
Fomentar el dialogo con las empresas y desarrolladores de la IA para garantizar que la IA crea un valor añadido real para los consumidores.