Randstad, la empresa de recursos humanos número 1 en España y en el mundo, analiza en su informe “Flexibility at Work”, las principales tendencias en el ámbito laboral y sus perspectivas de cara al futuro. El estudio destaca la influencia que la automatización y la tecnología tendrán para la evolución del mundo del trabajo, que será aún más notable tras esta etapa de confinamiento.
Según una reciente encuesta publicada por Randstad, el 42,8% de las empresas españolas implantan medidas de teletrabajo para poder continuar con su actividad durante el confinamiento.
Aunque esta situación ha sorprendido a muchas empresas, que no habían ofrecido a sus empleados planes adecuados de formación en este sentido, el 58% de los trabajadores españoles consideraba antes del comienzo de la crisis que en su puesto disponía de todo lo necesario para poder teletrabajar. Además, el 68,6% de los empleados españoles quería teletrabajar, pero no podía porque su empresa no se lo permitía.
La tecnología hará desaparecer uno de cada siete empleos
Según el informe “Flexibility at Work” de Randstad, la influencia de las nuevas tecnologías en nuestro trabajo, impulsada por las necesidades del teletrabajo, será determinante una vez salgamos del confinamiento. Randstad Research prevé la evolución de muchas formas de trabajo, de tal modo que en los países de la OCDE, el 30% de los empleos se modificarán mientras uno de cada siete trabajos actuales directamente desaparecerá.
Otro de los impactos que la digitalización tendrá en el mundo del empleo será la aparición y diversificación de nuevos regímenes de trabajo, más allá de los empleos fijos a tiempo completo. De este modo, otras formas contractuales aumentarán su presencia, como el trabajo a tiempo parcial, el empleo a través de ETT, autónomos, etc. La tendencia de estas nuevas formas de trabajo se está acelerando, ya que, por ejemplo, en EEUU han pasado del 10,7% al 15% entre 2005 y 2015.
Y dentro de estos cambios de tendencia, otro nuevo modo de trabajo que destaca el informe de Randstad Research es la economía gig, basada en pequeñas tareas o encargos que se pueden llevar a cabo a través de plataformas digitales. El uso de estas herramientas ha experimentado un crecimiento del 30% entre 2016 y 2019 en todo el mundo y ya es la principal fuente de ingresos para el 2% de los adultos de la Unión Europea. Los profesionales destacan la flexibilidad y la conciliación que estas nuevas formas de trabajo ofrecen, aunque están encontrando oposición en algunas regulaciones laborales.
“El teletrabajo no va a ser el único avance tecnológico obligado que nos va a traer la pandemia. La automatización va a ver crecer su protagonismo por la importancia de evitar aglomeraciones, lo cual, lejos de amenazar al empleo, va a generar nuevas oportunidades. Para los profesionales interesados en aprovecharlas, es recomendable seguir de cerca la evolución del mercado laboral y apostar por la formación continua”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research.
El impacto de la robotización en la sociedad
La robotización no se queda fuera de esta ecuación. El estudio de Randstad destaca que la adquisición de robots ha experimentado a nivel mundial un crecimiento promedio del 16% al año en la última década. De hecho, en España hay 157 robots industriales en fábricas por cada 10.000 trabajadores, lo que se traduce en una tasa de robotización del 1,57%, por delante de la media europea 1,06% y de países como Francia (1,37%), Suiza (1,29%), o China (0,97%). A la cabeza del ranking de países donde la robotización está más presente, se encuentran Corea del Sur (7,10%), Singapur (6,58%), Alemania (3,22%), Japón (3,08%), Suecia (2,40%), Dinamarca (2,30%) y Estados Unidos (2%).
Robots industriales por cada 10.000 trabajadores en fábricas en países
Fuente: Randstad – Flexibility Work
El informe “Flexibility Work” ha estudiado asimismo la relación entre la robotización y el envejecimiento de la población hasta inferir que son aquellos países que envejecen más tarde los que cuentan con una mayor presencia de robots en su economía. Esta relación también viene determinada por mayor demanda de automatización de determinados servicios sociosanitarios.
Obviamente, la influencia de la tecnología en todos los sectores económicos también influye en la gestión del talento. De hecho, el 96% de los profesionales de recursos humanos considera que la inteligencia artificial permite mejorar la adquisición y retención del talento.
Cambio de tendencia en el mundo del empleo
El estudio señala que el avance de las nuevas tecnologías está generando nuevos puestos de trabajo de perfiles disruptivos, en tres áreas fundamentales. Por un lado, los trabajos fronterizos, que implican producir, instalar, mantener y desplegar directamente tecnologías nuevas. Son, por ejemplo, los trabajos relacionados con la integración de robots en los procesos productivos o la optimización de motores de búsqueda.
Otra área de actividad dinamizada por la tecnología son los denominados trabajos de última milla. Se tratan de tareas prácticamente automatizadas que aún necesitan de la intervención de un profesional, como la entrada de datos o los etiquetadores de contenido.
Por último, el trabajo “para los ricos” es aquel tipo de empleo que nace por el incremento de ingresos y de poder adquisitivo entre los perfiles tecnológicos. Se trata de profesiones que, en ocasiones, ya existían, pero diariamente surgen nuevas ocupaciones derivadas de necesidades de la sociedad.
Desafíos de cara al futuro
El estudio llevado a cabo por Randstad destaca varios desafíos para el futuro del mercado laboral. A pesar de la importancia de la tecnología en la economía actual, más del 25% de las grandes empresas de la OCDE están teniendo dificultades para encontrar determinados perfiles tecnológicos.
Este déficit de talento tecnológico se une a una organización del mercado laboral arcaica, donde se hace evidente la necesidad de que las estructuras institucionales se adapten al crecimiento de las nuevas formas de trabajo, permitiendo así flexibilidad y libertad de movimiento. En este sentido, es necesario revitalizar el diálogo social, en especial con el objetivo de pulsar la opinión de trabajadores de la economía gig para así concretar los mejores modos para su desarrollo.
Por último, Randstad destaca la necesidad de aumentar el esfuerzo e inversión para desarrollar las habilidades de los trabajadores, ya que la economía actual está precisando cada vez más de perfiles transversales y que sepan adaptarse a las necesidades que el empleador pueda tener en cada momento.