La ley de control horario entró en vigor hace ya un año y medio con el objetivo de asegurar que se cumplen los horarios de los trabajadores, evitar el abuso laboral y acabar con las horas extra no remuneradas, algo que se ha unido al teletrabajo en los últimos meses. Según los datos de la Guía Laboral HAYS 2020, la mayoría de los trabajadores españoles (68%) afirma que su empresa se ha adaptado bien a la nueva ley y, de éstos, un 48% considera que le ha favorecido en su trabajo, mientras que un 17,4% asegura que se ha visto penalizado.
Sin embargo, en la mayoría de casos, la introducción de esta ley no ha supuesto una modificación de su jornada laboral y tres de cada cuatro trabajadores españoles (78%) sigue haciendo horas extra, de los cuales más de la mitad (55%) no las cobra ni las recupera, según la Guía HAYS 2020.
Para Fernando Calvo, director de People & Culture de HAYS España, la ley de control horario significa que las empresas pasan de pagar a sus empleados en base a unos objetivos a pagar en base a las horas que realizan. Inmersos en la segunda ola de contagios por covid-19 y con la vuelta al teletrabajo de muchos españoles, Calvo se pregunta cómo pueden las empresas controlar el tiempo efectivo de trabajo mientras estamos en casa.
“El teletrabajo ha fusionado nuestra vida profesional con la personal”, explica el experto de HAYS, pero resalta que, “del mismo modo que la jornada laboral se alarga y ocupa tiempo de nuestra vida personal, también ocurre a la inversa y dedicamos tiempo de trabajo a hacer tareas personales”. Por lo tanto, considera que no se trata tanto del número de horas extra que pasamos frente a las pantallas, sino de cuántas de estas horas se trasladan en tiempo efectivo de trabajo.
La nueva situación laboral ha dejado algo positivo, y es una mayor flexibilización tanto por parte de las empresas como de los trabajadores. Sin embargo, este hecho dificulta la implementación de la ley de control horario, ya que es difícil registrar las horas de trabajo efectivo de los trabajadores cuando cada uno tiene una situación distinta en casa. Calvo manifiesta que “tiene sentido fichar en los trabajos presenciales, pero no creo que el registro de entrada y salida de los empleados que trabajan desde casa esté contribuyendo a su mayor productividad ni esté reduciendo el número de horas extra que realizan”.
La ley del control horario, también en el teletrabajo
Sin embargo, la ley es clara y el control horario también debe realizarse en la modalidad de teletrabajo. Según la Guía HAYS 2020, algunas empresas ya tenían dificultades para registrar la entrada y salida de sus trabajadores antes de la pandemia. Dos terceras partes de las compañías (66%) consideran que el control de entrada y salida de sus trabajadores era de difícil implantación en el conjunto de su sector empresarial y sólo el 27% lo veía fácilmente aplicable en todo tipo de compañías.
Los trabajadores mostraban un punto de vista más optimista. Un 46% aseguró que su empresa había implantado la medida con facilidad; un 27% que había tenido problemas, y un 17% seguía analizando sus posibilidades. Solo un 8% veía difícil la implantación en su sector y en 2% prefería no implantar ningún sistema por el momento.
Calvo no cree que los datos hayan cambiado mucho. “El debate sobre el teletrabajo es algo que está muy presente estos días, pero que no afecta a la mayoría de españoles – camareros, repartidores, cajeros de supermercado, personal sanitario – que no pueden trabajar desde casa”. Lo mismo ocurre con las empresas, algunas habrán tenido que digitalizar sus herramientas de registro horario, pero otras muchas no. Además, el experto de HAYS añade que “las grandes corporaciones ya tenían un sistema instaurado mientras que las pequeñas no necesitan plataformas muy potentes y pueden controlar el horario de sus trabajadores de forma manual o con un Excel”.