Pérdidas de hasta 16.000 millones de euros. Eso solo en España. En 2022, la economía española podría perder hasta nueve décimas de PIB por el desabastecimiento, según el último informe trimestral del Banco de España. Y es que la crisis de suministros pone en jaque a la economía mundial.
Automóviles, máquinas, dispositivos. Mientras la demanda crece, la oferta se estanca, y la industria española tiembla ante las posibles pérdidas. ¿Cómo superar los cuellos de botella en la cadena de suministros? La industria 4.0 mueve ficha y avanza con la fabricación aditiva.
Frente a la extracción de una pieza de un bloque de material, la fabricación aditiva parte de una idea. Capa a capa, la máquina añade la materia prima para dar forma al componente, eliminando los desechos y reduciendo los recursos necesarios para su fabricación. Si, además, se automatiza la producción, jaque mate. La fabricación aditiva gana la partida. Y este es el caso de empresas de éxito como Triditive.
¿Por qué es la fabricación aditiva automatizada el caballo ganador? Vivimos en la era de la inmediatez: lo queremos todo y lo queremos ya. Pero, la excesiva dependencia de proveedores lejanos, sumada a los problemas de transporte a nivel global, nos está obligando a cambiar los patrones de consumo. Un cambio que no estamos muy dispuestos a aceptar. Es aquí donde entra en juego la fabricación aditiva y su propuesta de producción de proximidad.
A nivel industria, los beneficios de la fabricación aditiva son bien conocidos: producción de piezas bajo demanda, fabricación de piezas más ligeras y resistentes, diseños personalizados y, todo ello, con un stock de materia prima unificado, que permite ofrecer, en muchos casos, un precio más competitivo frente a métodos de fabricación tradicionales. Pero, a nivel consumidor, ¿qué puede hacer por nosotros? Desde el punto de vista de la producción de proximidad y la reducción de recursos, se abaratan los costes, se minimizan los tiempos y se apuesta por la sostenibilidad.
2021, un buen año para la fabricación aditiva y para Triditive
La crisis en la cadena de suministros viene golpeando a la industria española desde inicios de la pandemia. La falta de materias primas y los retrasos en los pedidos a proveedores lejanos pone de manifiesto la necesidad de cambiar el modelo de producción.
La industria estaba en jaque, pero empresas como Triditive, startup española pionera en la fabricación aditiva automatizada, han cambiado las reglas del juego, apostando por la producción de proximidad y la automatización de los procesos de fabricación. Y esta decisión ha sido todo un éxito.
Gracias a EVAM, su software de automatización en la nube, Triditive ganó el premio de The Global Water Challenge Barcelona de GoHub. Este software, que unifica diseño y producción en una misma plataforma, permite la reducción de costes de fabricación, asegura el servicio ‘just-in-time’ y facilita el abastecimiento de componentes críticos.
La labor de Triditive no se limita a la reducción de costes, también recorta las distancias. Por eso, el Bank of America la seleccionó como una de las siete empresas capaces de crear tecnología para el cambio, pasando a formar parte de su programa Innovator Spotlight.
Desde 2021, Triditive forma parte de Santander X 100, una comunidad global de proyectos emprendedores de élite. El proyecto, impulsado por el banco, apoya a las startups más innovadoras para que conecten entre sí y accedan a formación y capital, con la intención de que continúen contribuyendo al progreso.
No todo son reconocimientos. La startup líder en fabricación aditiva automatizada ha seguido trabajando para impulsar su sector y sortear los obstáculos de la crisis de suministros. Un ejemplo de ello es la celebración de su II Foro de Fabricación Aditiva a escala industrial, en el que participaron ponentes internacionales del sector y donde se presentó su nueva serie de máquinas AMCELL, las primeras en trabajar con polímeros y metales indistintamente.
De cara al futuro, Triditive seguirá apostando por la transformación industrial y la comodidad de sus usuarios para poner fin a los problemas de la industria. Hacer un jaque mate a la cadena de suministros.