El equipo de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos de Evercom apuesta por el cine como temática principal de su último paper: “Haz un informe no financiero de película”. Por medio del análisis de diferentes escenas de conocidos largometrajes como El discurso del rey, Blade Runner o Harry Potter, propone 7 consejos imprescindibles para dar ese ‘giro de guion’ tan necesario a un documento clave para las empresas como es la memoria anual.
Resumir 365 días de acciones, planes y gestiones en un solo documento y hacerlo de manera amena, interesante y diferente puede llegar a suponer un auténtico desafío, sobre todo desde la irrupción del metaverso y sus infinitas posibilidades. El secreto está en generar interés entre la audiencia que va a consumirlo y perdurar en su memoria.
Apoyarse en datos y contar con un discurso bien construido es importante en un momento comunicativo de tal relevancia para cualquier compañía como es el lanzamiento de su memoria. Si a esta narrativa se le suma una identidad visual cuidada y alineada con la imagen corporativa que permita hacer a la empresa reconocida y reconocible en el tiempo, las empresas habrán dado con la clave para dotar a sus diferentes proyectos de la visibilidad deseada.
Al fin y al cabo, las empresas se encuentran ante una historia aún por escribir y, como toda historia, necesita un eje sobre el que construir, una idea sobre la que descanse todo su planteamiento. Al igual que en una buena película, nos encontramos ante ese momento crítico en el que el guionista se sienta ante un folio en blanco y trata de ordenar todas sus ideas. Convertir la inspiración en una realidad no es tan sencillo como asemejaría en un principio y, los altos directivos, son conscientes de ello.
Por este motivo, las compañías apuestan por equipos multidisciplinares que trabajan en cuórum durante varios meses analizando los temas en busca de los que generen mayor relevancia para la audiencia. Identificar aquello que mueve a las audiencias y potenciarlo por medio de la emocionalidad es casi tan importante como la narrativa en sí misma.
Como en toda buena película, el personaje principal nunca está solo. La historia se enriquece con las vivencias de los secundarios con los que el protagonista comparte e interactúa, tal y como sucede en el terreno empresarial con los stakeholders. En palabras de Juan Gabriel Corral, director de la división de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos de Evercom: “no hay nada más potente para una reputación o para trasladar una información que el hecho de que otros hablen por ti”.
A partir de aquí, el resto del proceso parecería sencillo, como un largometraje que se sucede en tiempo y forma, bien hilado y con momentos que dejan a la audiencia con ganas de una segunda parte. Pero, ¿qué pasa cuando el contenido no cumple con las expectativas generadas y cómo podrían hacer las empresas para reconducir el discurso?
Llegados a este momento es importante ser críticos y volver a revisar todo el proceso con el fin de identificar esos elementos del discurso que no han conseguido calar en nuestra audiencia y generar la relevancia esperada en torno a la marca. Y es que, al fin y al cabo, no todas las películas tienen un final feliz, ¿verdad?