La pandemia del COVID-19 está transformando el mundo de los negocios: las organizaciones están reconfigurando sus cadenas de suministro, evaluando el impacto en sus resultados y planificando cómo reforzarse en el contexto actual y seguir siendo competitivos en el futuro. La encuesta Global Capital Confidence Barometer de EY revela que de media el 56% de los ejecutivos consultados tiene entre sus planes hacer una fusión o adquisición en los próximos doce meses para impulsar el crecimiento.
La encuesta, realizada a más de 2.900 ejecutivos de 46 países durante los meses de febrero y marzo, pone de manifiesto que ese porcentaje alcanzaba el 59% antes del 19 de febrero -fecha a partir de la cual el índice bursátil S&P deja atrás los niveles máximos ante la evolución de la pandemia- y que las respuestas recibidas a partir de entonces situaron la cifra en el 54% anticipando la ralentización de la actividad.
Juan López del Alcázar, Socio responsable del área de Transacciones de EY, afirma: “En el caso de España, el COVID-19 ha puesto en “stand-by” casi la totalidad de las operaciones de M&A que estaban en marcha, siendo renovables e infraestructuras los sectores en los que algunos procesos se mantienen activos. En el contexto actual, y a la espera de que la pandemia remita y se reactive la actividad, las compañías necesitan centrarse en sus operaciones y en la gestión de la tesorería”.
No obstante, los ejecutivos mantienen cierto optimismo con la evolución del M&A en los próximos doce meses al considerar que, tal y como ocurrió tras la crisis financiera de 2008, esta situación puede ser una oportunidad para hacer adquisiciones de activos de calidad que impulsen el crecimiento de los negocios en un mercado en recuperación. En este sentido, el 26% de los encuestados señala que hará operaciones para adquirir tecnología, nuevas capacidades de producción o empresas innovadoras; el 25% lo hará con el objetivo de entrar en nuevos mercados, otro 25% se decanta por hacerlas para favorecer concentraciones y el 24% restante apostará por el M&A para responder a los cambios regulatorios, de impuestos, aranceles y para la seguridad de la cadena de suministro.
El 39% de los ejecutivos encuestados señala una caída de valoraciones como consecuencia del COVID-19, el 38% confiesa que se centrará más en la resiliencia de los negocios cuando valore una transacción y el otro 23% ve el escenario actual como una oportunidad para ganar cuota de mercado.
Impacto en la economía y en la operativa empresarial
El impacto humano, social y económico del COVID-19 ha cambiado notablemente el sentimiento empresarial. Antes del 19 de febrero, el 47% de los ejecutivos se mantenía positivo con la evolución de la economía mundial y solo el 18% se mostraba negativo, mientras que posteriormente estos porcentajes se han situado en el 23% y el 46%, respectivamente. Asimismo, el 73% de los encuestados afirma que el COVID-19 tendrá un impacto severo en la economía global.
Los cambios en el comportamiento de los consumidores, derivados de la pandemia, están afectando principalmente a los sectores de automoción y transporte, fabricación y consumo. Por el contrario, medios de comunicación y entretenimiento, energía y construcción e Inmobiliario son los menos afectados.
La mayoría de los ejecutivos (54%) cree que la recuperación económica será en forma de “U”, con un período lento de la actividad hasta 2021, mientras que un 38% opina que será en “V” con un retorno a la actividad normal hacia finales de 2020. Sólo un 8% piensa que será en “L” con un período de recesión en donde la actividad no repuntaría como mínimo hasta 2022.
La inesperada llegada del COVID-19 ha obligado a las organizaciones a replantearse sus modelos operativos. El cierre de la actividad en muchos países ha hecho que más de la mitad de los encuestados (52%) esté dando pasos para cambiar su cadena de suministro. Además, el 36% dice estar acelerando sus inversiones en automatización, cerca del 70% de las organizaciones está avanzando o reevaluando su transformación digital y un 39% trabaja activamente en la gestión de su fuerza laboral.
En este sentido, el 72% de los consultados reconoció que su empresa tiene en marcha importantes programas de transformación tecnológica y de negocio derivados, entre otros, de la presión sobre los objetivos de ingresos y de cumplimiento de beneficios; de las mayores presiones ejercidas por los inversores/grupos de interés y por la dificultad para atraer y retener clientes. De hecho, la encuesta revela que el 49% de los ejecutivos afirmó que sus márgenes de beneficio serán iguales o menores que los de hace dos años.