El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha participado en una multiconferencia, organizada por la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de Estados Unidos y que ha contado con la comisaria europea de Juventud e Innovación, Mariya Gabriel, para intercambiar información sobre los proyectos científicos relativos al COVID-19.
Los participantes en la multiconferencia -en la que también han estado responsables de Ciencia e Innovación de Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Portugal, Singapur y Reino Unido- han compartido los esfuerzos que están haciendo sus respectivos países frente a la pandemia y han insistido en la importancia de la cooperación internacional.
Además, han agradecido a la comunidad editorial científica su rápida respuesta al llamamiento internacional en favor del libre acceso a las publicaciones sobre la COVID-19, y los datos que las sustentan, de manera que se asegure que toda la información relevante sobre la pandemia pueda compartirse rápidamente entre los investigadores y así acelerar los esfuerzos globales para contener el nuevo coronavirus. Hasta ahora, cerca de 40 grupos editoriales han respondido a esta petición, permitiendo el acceso público a sus informaciones.
El Gobierno de España se ha sumado a la declaración suscrita por estos 14 países para impulsar el acceso a toda la información publicada sobre la pandemia de coronavirus, un esfuerzo clave para contener el SARS-COV-2 y reducir su impacto. La Unión Europea, por su parte, ya ha regulado que todas estas publicaciones sean abiertas, excepcionando las reglas de derechos de publicación comercial.
Durante la multiconferencia, los participantes han coincidido en la necesidad de incrementar sustancialmente la capacidad mundial de producción de equipos de protección, respiradores y material para diagnóstico, ante la escasez que sufren todos los mercados, dentro y fuera de Europa. Una parte importante del esfuerzo científico se está utilizando en acelerar desarrollos autóctonos equivalentes a otros existentes en otros países, detrayendo recursos de los avances reales.
A sugerencia de Australia, España ha apoyado que se estudie la posibilidad de exceptuar también la regulación mundial de patentes, con el objetivo de acelerar los procesos de licencia y transferencia de tecnología, para poder fabricar determinados productos en todo el mundo de manera rápida.
Todos los participantes han compartido también su preocupación por conocer las medidas adoptadas por cada país que atañen a la población, así como los resultados que están obteniendo, y han insistido en los efectos sociales tanto de la enfermedad como de las medidas que se están adoptando.