Ha tenido lugar esta semana la URJC de Madrid, con la participación de 16 reputados ponentes que hablaron sobre cooperación público-privada en el ámbito de la Economía Social, sobre los principios cooperativos como elemento diferenciador de estas empresas con respecto a las públicas o las privadas, las ayudas al emprendimiento en el tercer sector o la participación de las instituciones en el desarrollo económico, en una interesante mesa redonda

El Encuentro Universidad, Cooperativismo y Economía Social en la Comunidad de Madrid ha llegado, esta semana, a su X Edición en la Universidad Rey Juan Carlos. Este año el argumento central ha sido la ‘Transformación social, el papel de las instituciones para el desarrollo económico’, al hilo de la concesión del premio Nobel de Economía a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson por sus estudios sobre cómo el marco institucional de una nación puede determinar que prospere o fracase. 

Como en cada una de sus ediciones anteriores, la de 2024 ha contado con la codirección y coordinación de Fernando Sacristán, catedrático de la URJC y miembro de la Escuela de Especialización Profesional en Economía Social, Cooperativas y Otras Organizaciones de Participación (EESCOOP). 

La Jornada reunía a 16 ponentes de primer nivel que analizaban diferentes aspectos del argumento central. La apertura correspondía a Carlos de la Higuera, presidente de FECOMA y codirector del encuentro, quien se refería en su intervención a la primera mujer que recibía el Nobel de Economía, en el año 2009: la profesora de la Universidad de Indiana, Elinor Ostrom. «Elinor Ostrom mostró, a través de la estadística, que las entidades de propiedad compartida, como cooperativas y sociedades laborales, son más eficientes en el ámbito social, económico y medioambiental, que las estrictamente públicas o que las privadas, haciendo apostolado para que el mundo entero sacara partido de ello», argumentó. 

Irene Correas, directora general de autónomos y emprendimiento de la Comunidad de Madrid, calificó como «muy positivo» que desde las universidades y facultades jurídicas se divulgue el fenómeno de la Economía Social, puesto que tradicionalmente no se le presta la atención necesaria a esta fórmula de constitución societaria repleta de posibilidades, pero sobre todo, recalcó que, ahora que están de moda las empresas con propósito,  «las empresas de la Economía Social lo llevan siendo hace mucho más tiempo que cualesquiera otras».

Javier Arias Varona, vicedecano de la URJC,  destacó el impulso a las jornadas por parte de  Fernando Sacristán, responsable de esta línea de trabajo en la universidad anfitriona, y destacó la magnífica oportunidad que suponen para divulgar la Economía Social y para formar a  los alumnos, fuera del ámbito estrictamente académico. 

En la primera de las tres conferencias del Encuentro, Alberto Alonso, catedrático de Derecho Mercantil de la URJC, habló sobre el papel de las empresas y su implicación comunitaria a través de la innovación social. «El de la Economía Social no es un tema nuevo, pero sí renovado. Europa tiene que recuperar lo que ha significado, en su origen y reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, la llamada Economía Social. En las últimas décadas, hemos puesto el acento en el mercado y nos hemos ido olvidando de su aspecto social», señaló, para afirmar, asimismo, que el futuro del actual modelo social está en gran parte ligado a que «rescatemos el aspecto y sentido social profundos de una economía de mercado». 

2025 será el Año Internacional de las Cooperativas. Esta designación fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de promover la cooperación y fortalecer las cooperativas en todo el mundo como una forma de contribuir al desarrollo económico, social y sostenible. En este sentido, para Arias Varona, es muy importante contar con el movimiento de las cooperativas en España. «Perdimos un gran modelo, como fueron en el sector financiero las cajas de ahorros, pero afortunadamente el sector cooperativo tiene hoy una fuerza creciente, tremenda, y es uno de los grandes ejemplos del movimiento social en el ámbito de la economía de mercado», señaló.

Carlos Vargas, director del Centro de Investigación en Derecho de la Economía Social y en la Empresa Cooperativa (CIDES) en la universidad de Almería, destacó, en primer lugar, que el Encuentro permite una verdadera transferencia «de la universidad, directamente, al sector de la Economía Social».

Su conferencia se centró en los principios cooperativos, «que realmente es lo que distingue a las cooperativas de otro tipo de sociedades», y alertó ante un fenómeno que se está dando con cada vez más frecuencia:  «los legisladores modulan y excepcionan estos modelos cooperativos para hacer el tipo cooperativo más cómodo».  Pero también explicó cómo lograr el principio de interés por la comunidad, que está muy ligado al desarrollo económico y a la sostenibilidad cooperativa, a través de la ejecución de los fondos de educación y promoción. 

«Cuando al principio de mi carrera me decanté por la Economía Social, mis profesores intentaron disuadirme, aludiendo a que era un sector pobre. Hoy, las cooperativas ocupan un lugar predominante, también a nivel internacional, y me siento orgulloso de que así sea», terminaba el ponente, sobre la inminente llegada del año internacional de las cooperativas.

María Jesus Romero, directora general de Economía del Ayuntamiento de Madrid, puso de manifiesto que el consistorio madrileño «ha hecho una apuesta decidida por el sector de la Economía Social, por considerarlo básico para un desarrollo económico  equilibrado, social y sostenible y para la cohesión social en el municipio de Madrid». La directora aportó los datos de un reciente estudio del Ayuntamiento en este sentido. El municipio de Madrid cuenta con 8.650 entidades de Economía Social, con 52.725 trabajadores afiliados, lo que representa  el 1.9% de todos de los afiliados de la ciudad; el 4.9% de los afiliados de este sector en España y el 60,7% de los afiliados en este sector en la Comunidad de Madrid.  Se trata, además, de un sector que emplea mayoritariamente a un rango de población entre los 40 y los 64 años, «lo que significa una excelente oportunidad de trabajo y de canalización del talento senior», argumentó.  Romero afirmó que los trabajadores de la Economía Social también tienen un alto grado de formación, puesto que un 44,8 % cuenta con estudios superiores y hasta un 25,8% secundarios, y que el sector tiene igualmente un alto grado de estabilidad y calidad en el empleo (un 75% de contratos indefinidos y un 54,1% a tiempo completo). 

Los datos llenan de razones la apuesta por la Economía Social del Ayuntamiento de Madrid, a través de convenios con las entidades más representativas de la Economía Social y otras fórmulas. «Incentivar la Economía Social es una de nuestras líneas estratégicas de acción económica porque impulsamos iniciativas productivas generadoras de riqueza y de empleo estable, y la Economía Social lo es», señaló. 

A continuación hubo una mesa redonda, moderada por Paloma Bel Duran (UCM) y codirectora de la Cátedra de Cooperativismo y Economía Social FECOMA-UCM, donde se reflexionó sobre el papel clave de la colaboración y las alianzas institucionales para impulsar el empleo de calidad y la economía. Vidal García, director de FECOMA analizó cómo la colaboración tiene un efecto multiplicador, que va más allá de la suma de las partes y explicó las ayudas al emprendimiento que existen. Pablo Atela, Shakleton Consultores, habló de soluciones colectivas que transforman territorios y revitalizan comunidades y presentó algunos de los proyectos que Shakleton desarrolla a nivel internacional. Enrique González Prada, director del Área de Estrategia de GSD, S. Coop. Mad, habló de la estrategia de diversificación de GSD para aumentar el impacto social de la empresa. Por último, Jorge Nacarino, de FRAVM, profundizó en los modelos de relación en los barrios para el fomento del emprendimiento.

El cierre de la jornada contó con la participación de destacadas figuras en relación al encuentro. David Sánchez, director general de Seryes, Correduría de Seguros Éticos (patrocinadora del evento), reafirmó el compromiso de la entidad en el apoyo y colaboración directa con la Economía Social; Juan Tinahones, presidente de la Fundación GSD (patrocinadora del evento), repasó la labor que realiza la fundación y los valores de cooperación e intercooperación que están en su ADN; Carlos de la Higuera, en representación de Carlos Jiménez, presidente de UNIDE y consejero de FECOMA, reflexionó sobre la perdida actual del concepto de comunidad y sobre cómo el cooperativismo es un revulsivo para ese pesimista escenario; Fernando Sacristán, codirector del encuentro, agradeció la colaboración institucional y de los asistentes y destacó el papel del cooperativismo como modelo económico alternativo, así como la importancia de impulsarlo dese el ámbito académico y de la UE. 

Fuente Comunicae

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