Según los últimos datos, hay más de 4 millones de personas en España con capacidad para teletrabajar y, muchos de ellos, han decidido dar el paso y lanzarse a la creación de su propio proyecto para ser sus propios jefes y defender algo que les motive y en lo que crean. Esto, que es tan fácil de definir, es más difícil de llevar a la práctica de lo que parece.
La gestión del tiempo, la búsqueda de recursos, las inversiones iniciales, el mercado al que dirigirse y organizar una hoja de ruta efectiva son las principales dificultades que los nuevos emprendedores encuentran al momento de poner sus ideas en marcha.
En esta búsqueda de la libertad financiera, la digitalización y sostenibilidad de los nuevos emprendimientos son directrices clave a seguir para participar en los mercados locales e internacionales. Actualmente existe un vacío en el que no se cuenta todo lo que conlleva este tipo de actividades.
«Los nuevos emprendedores deben tener una prueba de concepto para participar en incubadoras o participar en rondas de financiación. Lamentablemente, muchos de los nuevos emprendedores no tienen formación en emprender y terminan realizando inversiones que ponen en juego sus ideas y sus proyectos y dejando, en ocasiones, ideas sostenibles e innovadoras por el camino, por no contar con el soporte adecuado durante los primeros pasos”, asegura Isabel M. Baez Gil, co-fundadora y coordinadora de El Rural Network
En paralelo, el número de nómadas digitales freelance está aumentando exponencialmente, tanto en España como en Europa. El mayor problema que encuentra este nuevo sector profesional es el poder contar con una plataforma de apoyo, para crear y conservar sus sinergias tanto con otros nómadas como con clientes potenciales.
Esta nueva plataforma brinda un espacio para que los que apuesten por sus proyectos, tengan un coste reducido en sus inicios, gracias a las sinergias que se consiguen en su ecosistema, basado en la “supervisión, asistencia, aporte en tecnología e inversión en medios, que asegura a los miembros una exposición y crecimiento empresarial en general” según explican. Actualmente se encuentran en proceso de cierre de acuerdos de colaboración con varias instituciones para seguir facilitando el desarrollo de los emprendedores.
El Rural Network, al ser sin ánimo de lucro, aprovecha los beneficios generados para la creación de fondos, que sirvan para invertir, como capital semilla, en nuevos emprendedores. Sobre todo, cuando se trata de proyectos sostenibles e innovadores que deseen establecerse en las zonas rurales más desfavorecidas en términos de despoblación e infraestructuras. “Nuestro nombre surge para concienciar de que, desde las zonas rurales, también se pueden crear sinergias con emprendedores urbanos y que se puede desarrollar tecnología aplicada a todos los sectores, independientemente de su ubicación geográfica”, comenta Antonio J Cidoncha Dorado, co-fundador y coordinador de El Rural Network.
Esta plataforma también apuesta por la reducción de CO2, al contribuir a reducir las búsquedas en Internet y contrarrestar la huella de carbono de los emprendedores. Este año, plantarán 14 árboles para compensar las emisiones de su actividad.
“El Rural Network, es un coworking 100% virtual, creado para atender las necesidades de aquellos que están emprendiendo”, explican sus creadores.
Se trata de lograr, en general, un triple objetivo:
- Ayudar a quienes tienen una idea a realizar la prueba de concepto antes de invertir.
- Ofrecer lo necesario para que la startup pueda hacer un MVP para consolidarse.
- Ampliar el mercado de quienes tienen ya el proyecto consolidado.