Como si de un dejá vu se tratase, España volverá mañana a estar en estado de alarma aunque, por el momento, no será tan restrictivo con marzo. Eso sí, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya han avisado de que el Ejecutivo está preparado para llevar a cabo cualquier medida que sea necesaria para frenar esta segunda ola del coronavirus, incluido el confinamiento.
El agravamiento de la situación sanitaria ha llevado a hasta ocho autonomías -Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Cantabria, País Vasco, Cataluña y la ciudad de Melilla- a solicitar al Gobierno que decrete el estado de alarma para así poder implantar medidas que afecten a la movilidad de la población. Y es que este es el único paraguas legal bajo el cual pueden restringirse ciertas libertades individuales como el confinamiento nocturno.
«Mi responsabilidad como presidente es ser fiel a la realidad y exponerla sin adornos y con toda su crudeza. La situación es grave y entre todos debemos actuar con determinación, máxima disciplina social y necesaria e imprescindible unidad» . Con estas palabras definía Pedro Sánchez ayer la situación que atraviesa el país en estos momentos. El siguiente paso ha sido convocar mañana domingo un consejo de ministros extraordinario en el que previsiblemente se aprobará el estado de alarma que durará en principio 15 días, pero que será prorrogable hasta que la situación mejore.