El trabajo busca determinar las causas genéticas de que algunos infectados no sufran afectación clínica mientras que otros sufren reacciones muy adversas a la enfermedad. Existen pacientes jóvenes sin patologías previas que cursan formas graves de la enfermedad por motivos desconocidos. El análisis comparará el ADN de pacientes con infección grave con el de otros leves.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han puesto en marcha un estudio genético para identificar el riesgo individual de desarrollar formas graves de COVID-19. Los resultados podrían ayudar a prevenir infecciones graves y a descubrir potenciales tratamientos.
«El objetivo de nuestro estudio es averiguar por qué algunos pacientes infectados con coronavirus (SARS-CoV-2) apenas sufren afectación clínica mientras que otros desarrollan formas muy graves de la enfermedad COVID-19», ha explicado Anna Planas, investigadora del CSIC en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), que coordina el proyecto INMUGEN. «La edad avanzada y la presencia de enfermedades crónicas aumentan el riesgo de padecer una reacción grave y necesitar ingreso en UCI e incluso de fallecer. No obstante, también hay pacientes más jóvenes sin patologías previas que desarrollan formas muy graves de la enfermedad por motivos actualmente desconocidos. Pensamos que la respuesta podría estar en los genes», ha añadido.
«El proyecto propone estudiar genes de inmunidad innata (que es el sistema de defensas con el que nacemos) para explicar el mayor riesgo de cada persona a desarrollar formas graves de la enfermedad COVID-19», ha señalado Planas.
Existen pequeñas variaciones genéticas en la población normal que pueden determinar una capacidad diferente de las personas para responder a agresiones causadas por ciertas infecciones. «Por ello vamos a estudiar variaciones genéticas enfocándonos a genes de inmunidad innata», ha precisado la investigadora.
«Estudiaremos el ADN de pacientes con infección grave y otros con infección leve. Esperamos que los resultados ayuden a identificar aquellas personas con riesgo de enfermar gravemente, ya que son las que van a necesitar mayor protección. Y también esperamos que nos permitan encontrar dianas moleculares para posibles tratamientos», ha concluido Planas.
Este proyecto está financiado por el CSIC y es un esfuerzo colaborativo de diversos equipos de investigación multidisciplinares. Se obtendrán muestras de pacientes del Hospital Clínic de Barcelona gracias al apoyo y la colaboración de diferentes investigadores y servicios de este hospital. También participa en el proyecto el Dr. Israel Fernández-Cadenas del Hospital de Sant Pau de Barcelona, y los siguientes investigadores del CSIC: Jordi Pérez Tur, del Instituto de Biomedicina de Valencia; Marta López de Diego, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC); Fuencisla Matesanz, del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, Granada; Lara Lloret, del Instituto de Física de Cantabria; Ignacio López Cabido, del Centro de Supercomputación de Galicia; y la propia doctora Anna Planas.