Los cambios provocan estrés en las personas y más en esta época en la que las personas deben sobrevivir a una pandemia mundial. Esto ha causado un aumento de los casos de bruxismo, un problema que tiene unas consecuencias más graves de lo que se suele pensar, pero con una solución muy sencilla
La pandemia ha causado una gran cantidad de problemas de salud en las personas y dentro de este compendio de problemas se pueden incluir los problemas dentales. El problema dental más habitual en esta época es el bruxismo, el desfogue nocturno y diurno del estrés emocional y ocurre tanto en adultos como a jóvenes, preadolescentes y niños. “Los desgastes dentarios son evidentes en las personas que sufren bruxismo y pueden llevar incluso a la fractura de los dientes, la dificultad de abrir la boca o cerrarla, pero también tensión muscular y dolor orofacial” explica Clínica Ponce de León, una clínica especializada en ortodoncia, pero también en nuevas técnicas y procedimientos dentarios novedosos.
Esta clínica en la que trabajan profesionales cualificados afirma que el bruxismo puede afectar hasta un 20% de la población y que este porcentaje ha aumentado considerablemente debido a la pandemia. El estrés emocional es una cantidad de energía negativa que las personas necesitan liberar de alguna forma. Normalmente el estrés emocional se libera de forma saludable y beneficiosa mediante el deporte, sin embargo, esta presión puede manifestarse mediante el bruxismo y otros problemas musculares localizados normalmente en la cabeza, el cuello, las cervicales, los músculos masticatorios, etc.
Otra consecuencia negativa de la pandemia es el miedo que ha causado en las personas cuidar su salud bucal. Cuando los pacientes acuden al dentista en la época de la pandemia suelen pensar que hay una mayor posibilidad de contagio, debido a la exposición a aerosoles causada por la cercanía del médico y el paciente a la hora de la consulta. Sin embargo, este miedo se ha convertido en un hábito negativo en el que las personas han descuidado su salud bucal provocando problemas como gingivitis y periodontitis, mal aliento (que además se intensifica debido al uso constante de la mascarilla).
No obstante, el bruxismo no debe ser tratado como una enfermedad o una patología, sino un síntoma de un problema de salud mayor. Es decir, a la hora de tratar el bruxismo, los profesionales de Clínica Ponce de León no solo tratan esta lesión y previenen este desgaste, sino que miran este signo en conjunto a otros síntomas para evitar otros problemas más graves. Se trata de ver más allá de la lesión dental y ponerle causa a otros problemas más graves como la sensibilidad articular, muscular y el dolor orofacial. El tratamiento depende además de la edad del paciente que padece el bruxismo.