La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy la puesta en marcha de una estrategia integral de cuidados en el post-COVID “para atender a los pacientes que sufren los efectos prolongados de la enfermedad, a aquellos que requieren de una atención sanitaria específica”.
Durante su intervención en el desayuno informativo de Europa Press, la presidenta madrileña ha detallado que las actuaciones que los expertos han diseñado van dirigidas a la recuperación de complicaciones respiratorias, motoras y psicológicas. “Se trata de que todos los enfermos recuperen su situación física y psíquica anterior a la COVID”, ha indicado.
Para ello, se trabajará desde unidades específicas de seguimiento en Atención Primaria, en las Unidades Clínicas Hospitalarias y una Unidad de rehabilitación Integral post-Covid que ya está en funcionamiento en el Hospital público Enfermera Isabel Zendal. Es decir, las actuaciones que contemplan la Estrategia se podrán realizar en régimen de hospitalización o de forma ambulatoria.
En el caso de Primaria, es la primera línea de atención de pacientes una vez superados los autocuidados. Estas actuaciones se interrelacionan con el resto de niveles de la estrategia y pasan por el proceso de recuperación funcional del paciente postCOVID-19, el de atención a la salud mental, de atención al que está en situación de vulnerabilidad, de educación para la salud grupal y de atención compartida con la hospitalaria.
Rehabilitación integral del Zendal
Por otro lado, destaca la Unidad de Rehabilitación Integral del Hospital público Enfermera Isabel Zendal, basada en la recuperación funcional multidisciplinar para mejorar, entre otras, las secuelas respiratorias, psicológicas y la movilidad de los pacientes.
Está dirigida a pacientes que hayan superado la fase crítica de la enfermedad y sean dados de alta en UCI planta, UCRI, o unidades generales de cuidados intermedios. En ella se trabajará la recuperación de la discapacidad secundaria a patología motivada por el virus: secuelas respiratorias, motoras, neurológicas, psicológicas, nutricionales, etc; se dará apoyo cognitivo y psicológico que le permita participar en el proceso rehabilitador; y se podrá tramitar un recurso sociosanitario de media estancia para ser derivado en caso necesario.
En las unidades clínicas hospitalarias, la función principal es evaluar a los pacientes complejos que precisen rehabilitación o seguimiento hospitalario, con carácter previo o, una vez que hayan sido dados de alta del proceso agudo COVID-19. Para cada paciente complejo se evaluará su plan terapéutico multidisciplinar y su ruta asistencial específica, con un modelo de atención integrada que permita ajustar los tratamientos a las necesidades y expectativas de cada paciente.
Entre las funciones de estas unidades hospitalarias están la evaluación inicial de pacientes ingresados con persistencia de síntomas a las cuatro semanas, y la decisión de derivación a otros dispositivos de atención; la interpretación de pruebas diagnósticas COVID-19 dudosas y el seguimiento de pacientes incluidos en ensayo clínico.
La importancia de la salud mental
Por último, la Estrategia recoge el Plan de Respuesta Asistencial Prioritaria en Salud Mental por la crisis generada por el COVID-19, que se ha reforzado con la contratación de 62 profesionales entre psicólogos clínicos y psiquiatras principalmente, así como la apertura de un hospital de día para adolescentes.
En el marco de este Plan, las actuaciones están centradas en tres colectivos de vulnerabilidad específica: profesionales sanitarios, pacientes con COVID-19 grave que han requerido de hospitalización y familiares en duelo por COVID-19.
Entre las medidas destacan las sesiones de regulación emocional, consultas individuales y colectivas de los profesionales y sesiones de entrenamiento y autocuidado.