Volver a conectar con la rutina laboral tras las vacaciones suele ser una tarea complicada para los trabajadores, que pueden experimentar sentimientos de tristeza o desmotivación. El papel de las empresas es crucial para reducir el impacto de esta reincorporación lo máximo posible. Los expertos de TherapyChat desvelan cómo hacerlo
Las vacaciones de verano son, sin duda, una de las épocas del año más esperadas entre los españoles. Sin embargo, cuando llegan a su fin, es inevitable tener que enfrentarse de nuevo a la rutina con las dificultades añadidas tanto a nivel anímico como productivo. Esta situación pone en el punto de mira los diferentes aspectos a tener en cuenta para hacerla más llevadera y mantener la motivación, entre los que se encuentran el compromiso de la empresa para con sus empleados.
En este sentido, los expertos de TherapyChat recalcan que, en primer lugar, es fundamental conseguir desconectar durante algunas semanas alejados del trabajo para reducir el estrés acumulado y restaurar el equilibrio emocional, logrando mejorar el bienestar general. Acorde con el informe ‘Desconexión Digital’ elaborado por InfoJobs, un 62% de los españoles no lo hace, atendiendo a llamadas y correos electrónicos en su periodo vacacional pero, tal y como indican desde la compañía de psicología, esto podría tener un impacto muy negativo.
El tiempo de descanso y relajación es necesario al permitir liberar la mente y fomentar la creatividad, provocando que la productividad y rendimiento laboral sean mayores a largo plazo y, si no, el efecto podría ser el contrario. Asimismo, esta desconexión también ayudará a fortalecer las relaciones personales, disfrutar de actividades placenteras y experimentar momentos de disfrute y diversión, ofreciendo una oportunidad perfecta para cuidar la salud mental y disfrutar de una vida equilibrada y plena.
Al regresar a la rutina laboral, serán comunes los sentimientos de tristeza, desmotivación o incluso síntomas de la mal llamada depresión postvacacional. El cambio abrupto en la rutina, la adaptación a las demandas laborales y la nostalgia de las experiencias disfrutadas en ese periodo estival son algunas de las razones de esta falta de motivación.
Pero conseguir mitigarlo es posible. El primer paso se inicia comprendiendo que esos sentimientos son normales y temporales. Posteriormente, se deberán establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Para separar ambos aspectos, la clave reside en aplicar una serie de factores que incluyen fijar horarios regulares, evitar llevar trabajo a casa, dedicar tiempo a actividades que gusten fuera del ámbito laboral, realizar ejercicio físico para despejar la mente y priorizar el autocuidado para mantener un equilibrio saludable.
El papel de las empresas, por su parte, será indispensable en todo esto, debiendo respetar el tiempo de descanso de sus empleados, y siendo muy positivo el desarrollo de políticas internas para que estos puedan cumplir con garantías la desconexión laboral y asegurar un regreso con las pilas cargadas tras el verano.
Los expertos de TherapyChat apuntan a una serie de pautas oportunas que se pueden aplicar para crear un entorno de trabajo motivador en el que haya seguridad psicológica que impulse el rendimiento y bienestar de los trabajadores:
- Fomentar un ambiente de reconocimiento y valoración: reconocer y apreciar el buen desempeño de los empleados fortalece su motivación. Esto puede incluir reconocimientos públicos, bonificaciones o premios que celebren los logros individuales y colectivos.
- Proporcionar oportunidades de crecimiento y desarrollo: ofrecer programas de capacitación, formación y desarrollo profesional permite a los empleados adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras. Esto les brinda un sentido de progreso y crecimiento, lo cual motiva su compromiso con la empresa.
- Establecer metas y desafíos claros: fijar objetivos desafiantes y alcanzables brinda a los empleados un propósito claro y los motiva a superarse. Estas metas deben ser medibles, realistas y alineadas con la visión y los valores de la empresa.
- Promover un equilibrio entre el trabajo y la vida personal fomentando la cultura del autocuidado: apoyar la existencia de la armonía entre el trabajo y la vida personal ayuda a los empleados a sentirse valorados y respetados. Permitir horarios flexibles, días de descanso y políticas de trabajo desde casa puede mejorar su satisfacción laboral y bienestar general.
- Fomentar la comunicación abierta y el trabajo en equipo: impulsar una cultura de comunicación abierta y transparente promueve la participación activa de los empleados y crea un sentido de pertenencia. El trabajo en equipo y la colaboración fortalecen los lazos entre los miembros del equipo y generan motivación compartida.
- Proporcionar retroalimentación constructiva y oportunidades de mejora: la retroalimentación regular y constructiva ayuda a los empleados a mejorar su desempeño y crecer profesionalmente. Brindar oportunidades para el aprendizaje y la mejora continua fomenta la motivación y la superación personal.
- Establecer un ambiente de confianza y respeto: fomentar un ambiente laboral basado en la confianza, el respeto y la igualdad promueve la motivación intrínseca de los empleados. Valorar sus ideas, brindarles autonomía en su trabajo y tratarlos con justicia y equidad refuerza su compromiso y satisfacción laboral.
- Proporcionar programas de bienestar: llevar a cabo una formación en gestión del estrés, generación de hábitos saludables, pautas de desconexión o práctica de mindfulness.
Fuente Comunicae