La pandemia ha puesto de relieve las necesidades asistenciales de miles de personas mayores que viven en zonas rurales. Una población cada vez más envejecida que se enfrenta a un doble problema: el de la despoblación y el de la pérdida de servicios sociosanitarios esenciales. Cuidum ofrece soluciones de ayuda a domicilio también en esas zonas rurales donde a menudo no llegan otros recursos
En este proceso imparable de vaciado de las zonas rurales, las pequeñas poblaciones se convierten en el hogar de grupos de personas de edad avanzada que viven solas en sus hogares, compartiendo rutinas con vecinos también mayores. Es una población envejecida y aislada tanto por la distancia como por el difícil acceso a recursos esenciales.
Los familiares no lo tienen fácil para atender las necesidades básicas de padres, tíos o abuelos que viven a tanta distancia de la ciudad, en la soledad de sus hogares y con las limitaciones impuestas por la edad. Un escenario que se ha complicado durante la pandemia y que ha puesto de manifiesto la necesidad de afrontar nuevos retos en la asistencia domiciliaria a personas mayores en las zonas rurales
Desde algo básico como tener la despensa bien abastecida hasta otras necesidades como el acompañamiento, el ejercicio físico y mental, la promoción de la autonomía o el control de la alimentación y la higiene personal, son muchos los motivos por los que las personas mayores de los pueblos también necesitan del apoyo de un cuidador a domicilio. En Cuidum se encargan de ofrecer soluciones en este contexto tan complicado.
En la actualidad, más de 190.000 cuidadores forman parte de la base de datos de Cuidum. Todos ellos han pasado por un estricto proceso de selección que avala su formación y experiencia en el ámbito de la asistencia a personas mayores o dependientes en sus propios hogares. Si bien es cierto que la mayor parte de la demanda de cuidadores se concentra en grandes y medianas ciudades, en Cuidum no descuida a esos pequeños núcleos de población en los que este tipo de servicios resultan de vital importancia tanto para el bienestar de los mayores como para la tranquilidad de sus familiares
Encontrar un cuidador o cuidadora a domicilio en las poblaciones más aisladas o apartadas de los núcleos urbanos no es, por lo general, una tarea sencilla. Reubicar a un cuidador para atender a una persona mayor o dependiente en estas áreas es un exhaustivo trabajo de búsqueda que en ocasiones implica dedicarle más tiempo. Gracias a una extensa base de datos con cuidadores en todos los rincones del país, Cuidum ha logrado ofrecer soluciones reales en tiempos mínimos.
Ya desde antes de la pandemia trabajaba con este eficiente sistema de búsqueda de cuidadores y cuidadoras para la asistencia a mayores en zonas rurales. Su experiencia de los últimos meses ha demostrado la necesidad de destinar más recursos a estas áreas por lo que, tanto en el presente como de cara al futuro. “En Cuidum se han incrementado todos los esfuerzos en atender la creciente demanda asistencial en los momentos más complicados para las familias”, afirma Jorge Cantero, director ejecutivo de Cuidum.
Calidad, rapidez, eficiencia y, lo más importante de todo, confianza. Si cuentas con un familiar mayor en un pueblo apartado, esto conlleva algunas dificultades añadidas en la búsqueda de una cuidadora, bien sea por la distancia o bien por la imposibilidad de tener a una persona de confianza que pueda asistir a la persona mayor. Contar con el respaldo de una agencia de cuidadores con experiencia ofrece enormes garantías. Cuentas con seguridad de que las personas mayores reciban los cuidados que necesitan con independencia de su lugar de residencia y la certeza de que, gracias a ello, la distancia deja de ser un problema.