El mercado laboral español ha evolucionado significativamente durante los últimos dos años, movido por hitos como la irrupción de la pandemia, la implementación del teletrabajo o la aceleración del proceso de digitalización de las empresas. Tras la llegada de la vacuna contra la COVID-19 y la consiguiente vuelta a la oficina, el panorama que ofrece la nueva realidad del trabajo es bien diferente a la que existía a finales del 2019.
En este marco sociolaboral, InfoJobs -la plataforma de empleo líder en España- ha presentado el análisis de Los perfiles actitudinales de los trabajadores en España. El estudio pretende dar a conocer los diferentes rasgos de personalidad de los perfiles que componen el actual mercado de trabajo, atendiendo principalmente a dos ejes: el nivel motivacional laboral presente por parte del profesional y la perspectiva del mundo laboral que tiene. A partir de dichos ejes, InfoJobs define cuatro perfiles de empleados distintos: el vocacional, el conservador, el acomodado o el inconformista.
En definitiva, este análisis constituye una nueva forma de aproximarse al mercado laboral español, con el objetivo de observar a lo largo del tiempo, la evolución de estos perfiles, en relación con los cambios y retos que estamos experimentando en el entorno laboral. Así, en esta ocasión, para dotar de mayor profundidad a dichos perfiles, el estudio introduce variables como la formación -el upskilling y reskilling-, el teletrabajo y su visión de la oficina como lugar de desempeño laboral.
Conservador (34%)
Es el perfil mayoritario entre los trabajadores en España. Le gusta trabajar de manera autónoma (53%), sin tener que depender o poner en común su trabajo con otras personas, y se siente cómodo en una empresa tradicional (52%) que le proporcione transparencia y seguridad, donde la posición del empleado y el directivo es clara. Además, piensa que no le hace falta seguir formándome actualmente (47%), ya que con sus conocimientos actuales le es suficiente. Finalmente, prefiere vivir tranquilo/a y seguro/a respecto a su trabajo (49%), aunque ello implique no llegar a lo más alto.
El conservador es un perfil de edad media (entre 25 y 54 años), con niveles formativos básicos, que trabaja en sectores muy diversos, especialmente primario, secundario y terciario (agricultura, transporte, construcción, servicios de suministro o gestión de residuos…).
Vocacional (29%)
Se trata del segundo perfil con mayor porcentaje de trabajadores en España. Afirma estar constantemente formándose (88%) y reciclando sus conocimientos (reskilling). En su trabajo es una persona proactiva (83%), a la que le gusta proponer ideas y enfrentarse a los desafíos que se le presenten. Para dichos perfiles, el trabajo es su pasión (73%) y una forma de desarrollo profesional y crecimiento personal (70%). Por último, tiene claros sus objetivos profesionales y a lo que aspira (69%), y está dispuesto a esforzarse, trabajar duro y formarse para conseguirlo.
El vocacional es un segmento que se concentra en edades de 35 a 54 años, con niveles de estudios altos y ampliamente digitalizados, que se dedican especialmente a actividades profesionales, científicas o sanitarias, a educación o a información y comunicaciones.
Acomodado (20%)
Este perfil no está dispuesto a mudarse por un cambio de empleo, a no ser que sea estrictamente necesario (82%). Le gusta la estabilidad laboral y trabajar en una empresa durante el tiempo necesario para especializarse y sentirse cómodo (74%). Para el acomodado, lo más importante es que la empresa le proporcione una estabilidad contractual y salarial (59%). Ve el trabajo como una forma de ganar dinero (53%), un medio de vida, y prefiere también vivir tranquilo/a y seguro/a, aunque no llegue a lo más alto (50%). En definitiva, el trabajo no le motiva especialmente (42%), sino que es una obligación que le permite ganar dinero para dedicarse a lo que realmente le interesa.
El acomodado es un perfil más maduro (6 de cada 10 tiene más de 45 años), con un nivel de estudios básico y muy poco digitalizado, y que se dedica especialmente a sectores como hostelería, industria o servicios administrativos y auxiliares.
Inconformista (17%):
Es el perfil más atípico entre los trabajadores en España. Le gusta estar a la última en digitalización, lo que significa que se siente totalmente cómodo/a trabajando con herramientas digitales. Al mismo tiempo, está constantemente formándose y reciclando sus conocimientos. El trabajo no le motiva especialmente: es una obligación que le permite ganar dinero para dedicarse luego a lo que realmente le interesa. Se decanta por las empresas que apuestan por el talento, que ofrecen proyectos retadores y que trabajan en la mejora continua y el crecimiento profesional continuado. Finalmente, está dispuesto/a a cambiar de ciudad, comunidad autónoma o incluso país si se le presenta una buena oportunidad laboral.
El inconformista es un perfil joven y mayoritariamente masculino, con cierto nivel formativo y altamente digitalizado, que trabaja en sectores de información y comunicaciones o administrativos y servicios auxiliares.
El teletrabajo, un modelo laboral propio de los inconformistas, que ven necesaria una flexibilización de las oficinas
Tal y como demuestran los datos del informe, cada uno de estos cuatro perfiles de trabajadores tiene su propia visión del que es a día de hoy el modelo laboral de moda: el teletrabajo. Para los inconformistas, por ejemplo, es indispensable que su empresa les permita adoptar el trabajo en remoto, especialmente de manera flexible (38% de menciones frente al 34% de los acomodados o el 31% de los vocacionales). Por su lado, los acomodados y conservadores son quienes más apego tienen al modelo 100% presencial (39% y 38% de las menciones, respectivamente).
Así, casi 1 de cada 3 inconformistas (29%) que han regresado a la oficina lo ha hecho por obligación, mientras que prácticamente 1 de cada 3 conservadores (29%) lo ha hecho por decisión propia. Además, el acomodado es el que menos posibilidad tiene de realizar teletrabajo (72% frente al 58% de media de los cuatro perfiles).
Esta forma de percibir el teletrabajo tiene sus repercusiones en la opinión que cada perfil dice tener sobre el sentido de las oficinas como lugar de desempeño laboral. Inconformistas (51%) y vocacionales (50%) creen que las oficinas serán relativamente necesarias, solo para ciertas circunstancias, mientras que para los conservadores (55%) y acomodados (52%) las oficinas aún son necesarias con su rol tradicional. Sin embargo, vocacionales e inconformistas tienen opiniones diferentes sobre cómo se deberían reformular las oficinas: para los inconformistas, la evolución de estas pasa por adaptar el espacio a la reducción de personas y al nuevo modelo laboral (flexibilidad y reducir tamaño del espacio); para los vocacionales, la reformulación pasa por potenciar el espacio para que siga teniendo sentido (digitalización, espacios para la creatividad, socialización, de reunión…).
El perfil vocacional, el que más ha aprovechado la pandemia para formarse
En lo que se refiere a la formación, el perfil vocacional es el que en mayor medida afirma haber aprovechado los últimos dos años para formarse (53%), y el acomodado el que menos (27%). Además, como es lógico, son los vocacionales (72%) quienes mayor intención tienen de seguir formándose durante el próximo año, seguidos de los inconformistas (65%).
En cualquier caso, cada perfil esgrime diferentes motivaciones para ampliar o perfeccionar sus conocimientos. Así, los vocacionales se forman para crecer profesional (69%) y personalmente (55%), y los inconformistas lo hacen más en vistas a un cambio laboral (31% frente al 17% general), por lo que se forman en temas totalmente nuevos para ellos (38% de menciones frente al 24% de media).
De hecho, los perfiles vocacionales son los que en mayor proporción disfrutan de la formación como beneficio laboral asociado y no asociado a su puesto de trabajo (43%, nueve puntos porcentuales más que el siguiente perfil).
*Nota metodológica del informe:
Los datos de población activa se han extraído con una encuesta online autoadministrada (CAWI) a través de un panel con un cuestionario estructurado de una duración aproximada de 15 minutos. La muestra ha sido de 1.006 panelistas que componen una distribución proporcional y representativa de la población nacional de 16 a 65 años y guiada por cuotas de sexo, edad y región y ocupación. El margen de error es de +/- 3,1%.