Los contenedores de plástico reutilizables de CHEP, IsoBins e IcoQubes, ofrecen una mayor protección contra los daños, están optimizados para los contenedores marítimos, reducen los residuos y permiten ahorrar en toda la cadena de suministro
El transporte marítimo es la opción preferida por el sector automovilístico para realizar sus envíos, y la optimización de este tipo de contenedores no es un concepto novedoso. Se trata, en pocas palabras, de optimizar al máximo el contenedor para así abaratar los costes del transporte.
Al ser una de las opciones menos contaminantes con respecto a la mercancía transportada, el transporte marítimo también es una opción sostenible. Por eso CHEP se preguntaba por qué algunas empresas seguían realizando envíos por aire, y se dispuso a ofrecer soluciones.
La empresa de logística, líder en soluciones de pooling, desarrolló contenedores de plástico reutilizables (IsoBins e IcoQubes) que proporcionan una protección mucho mayor ante los posibles daños causados durante el transporte, y pueden utilizarse una y otra vez. Y, sobre todo, la principal ventaja de los contenedores de plástico reutilizables es el mayor aprovechamiento cúbico de los contenedores de transporte marítimo, puesto que permiten una mayor altura de apilado.
Sobre la base de los principios de la economía circular de reutilizar y reciclar, muchos de los envíos internos de fabricantes de equipos originales están comenzando a favorecer esta opción sostenible, aunque su adopción generalizada aún es lenta.
«La adopción de modelos circulares de embalaje puede reducir significativamente los desechos y aumentar los ahorros en general. Además, CHEP integra la tecnología en sus contenedores de plástico reutilizables para monitorizar interferencias, o simplemente detectar niveles elevados de temperatura o humedad, todo ello muy práctico a la hora de transportar valiosos equipos electrónicos o artículos delicados, como pueden ser las baterías».
Murray Gilder, vicepresidente de CHEP Automotive.
El problema, pero también la respuesta, reside en el embalaje
Muchas empresas siguen utilizando envases de cartón desechables que no hacen más que encarecer los envíos aéreos y ocupar un espacio innecesario. Además, los embalajes de cartón exponen el contenido a posibles humedades, golpes y manipulación adicional. Lo que inicialmente puede parecer una opción rentable, a veces provoca que los artículos acaben dañados o incurre en costes adicionales de mano de obra.
En un sector donde prima la reducción de costes, sobre todo con la carrera por conseguir que los vehículos eléctricos sean asequibles, se observa incluso una tendencia por minimizar la resistencia de los embalajes de cartón de un solo uso. La reticencia a utilizar los envases de plástico reutilizables viene derivada de los costes adicionales que implica tener que devolver los contenedores a posteriori. Junto a los conceptos de reutilizar y reciclar, otro de los pilares que sustenta un auténtico modelo de economía circular es compartir. Para compensar los envíos de retorno en operaciones de circuito cerrado, en lugar de forzar a las empresas a invertir en sus propios contenedores IsoBin o IcoQube, CHEP los pone a su disposición mediante una red compartida global y una rotación continua de contenedores en todo el mundo.
Acerca de CHEP
CHEP es uno de los negocios de logística más sostenibles del mundo. Ofrece un modelo circular basado en compartir y reutilizar sus más de 345 millones de pallets, cajas y contenedores en sectores como bienes de consumo de rápida rotación, productos frescos, bebidas, comercio minorista, automoción y fabricación en general. Con 11.500 empleados, CHEP es parte del Grupo Brambles y opera en aproximadamente 60 países.
www.chep.com │ www.brambles.com
Fuente Comunicae