Las personas creen, erróneamente, que el bruxismo es un problema exclusivo de los adultos. Sin embargo, cada vez hay más niños que sufren esta patología y que los padres desconocen
El bruxismo infantil es un hábito mucho más común de lo que piensan las personas. Esta costumbre, que consiste en rechinar y apretar los dientes, es muy conocida dentro del panorama de salud de los adultos, pero menos conocida en los niños, que pueden hacerlo de forma frecuente y tanto de día como de noche. De noche, normalmente el bruxismo se produce durante las primeras horas de sueño, cuando el sueño aún no es tan intenso y se hace por ningún motivo aparente y sin producir ningún recuerdo en los niños. El rechinamiento de los dientes puede darse de muchas maneras y por muchos motivos, sin embargo, lo más común es que se produzca entre los 6 y 10 años, cuando los niños están perdiendo los dientes de leche y creando unos nuevos y definitivos.
Por lo tanto, según Clínica Ponce de León, una empresa de renombre con una amplia experiencia en salud dental y ortodoncia, explica que entre el 60% y el 80% de los niños de edades de 6 a 10 años realizan este rechinamiento de dientes. “El bruxismo entre edades de 6 a 10 años es tan común que no deberíamos preocuparnos en exceso, ya que se trata de un bruxismo fisiológico y temporal, que pasadas estas edades debería desaparecer. Lo que sí nos debería preocupar es si este hábito persiste y se cronifica con el tiempo. En este caso podríamos estar ante un caso de bruxismo nocturno infantil patológico que jamás deberíamos desatender o dejar pasar” explica y advierte Clínica Ponce de León.
Clínica Ponce de León explica que, si hay una tendencia de rechinamiento continuada, más allá de unas pocas horas de sueño y es algo persistente y continuo a cualquier edad, es posible que los dientes se desgasten de forma intensa. Esto no significaría ningún problema en niños a los que los dientes de leche se les va a caer pronto, pero sí que podría ser un problema para los dientes definitivos.
El bruxismo fisiológico, al fin y al cabo, es una forma de ayudar a que esos dientes temporales se caigan y salgan los definitivos. Sin embargo, un bruxismo demasiado intenso podría provocar la aparición de otros síntomas molestos como los dolores articulares y musculares, chasquidos, cefaleas o dolores de oído e incluso problemas más allá de lo “normal”, como problemas en las encías. En épocas de dentición mixta el bruxismo infantil debería ser vigilado, ya que es cuando más problemas relacionados con las maloclusiones y el desgaste pueden padecer los niños debido al bruxismo.
Fuente Comunicae