Miryam Briz
“MARKETING DE INFLUENCERS, UNA EFECTIVA Y ECONÓMICA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN”
La llegada de las redes sociales ha supuesto un gran cambio no sólo en nuestra forma de comunicarnos sino también en la manera que tenemos de acercarnos a las marcas. Si hace unos años eran las “celebrities” las que revolucionaban el mundo de la publicidad al prestar su imagen a importantes campañas publicitarias, hoy son los “influencers” los grandes protagonistas.
Cuando hablamos de “influencers” nos referimos a personas que cuentan con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y que por su presencia e influencia en redes sociales pueden llegar a convertirse en prescriptores interesantes para una marca. Es decir, ganarse la confianza de sus seguidores les ha permitido subir un escalón en la jerarquía de las redes sociales y pasar de ser simples usuarios a ser personas influyentes. En los últimos años la televisión ha sido relegada a un segundo plano. Nos pasamos el día conectados a Instagram, Facebook, Twitter, Pinterest… y eso es algo que ha obligado a las empresas a reinventar sus estrategias de marketing.
Son muchos los personajes que, por su condición de famosos, ejercen de “influencers” en las redes sociales, pero también es cierto que estos siguen siendo una opción demasiado cara para las empresas. Según ha revelado el diario “El Español”, Paula Echeverria se embolsaría una media de 5.000 euros por el simple hecho de nombrar a una marca en su perfil de Instagram en el que la siguen más de dos millones de personas. Es cierto que el impacto es masivo, pero también tiene un coste muy elevado. Es por esto por lo que muchas empresas están fijando su mirada en los denominados “macro y microinfluencers”, usuarios que, si bien no atesoran grandes volúmenes de seguidores como las “celebrities”, sí que gozan de una importancia o relevancia clave dentro de un determinado colectivo y son considerados por las marcas como más cercanos y “reales”. Por ejemplo, una mama bloggera que acaba de dar a luz y muestra en su cuenta los productos que está utilizando con su bebé puede ser mucho más efectivo que la famosa de turno que habla maravillas de un producto que puede que ni siquiera haya probado, pero que va a elogiar por el simple hecho de que le va a hacer ganar una importante suma de dinero.
En la mayoría de los casos, estas colaboraciones con los pequeños “influencers” se llevan a cabo a través de un intercambio de regalos o experiencias, lo que hace que sea una estrategia mucho más económica. Es obvio que alcanzará menor impacto que con un personaje famoso, pero existe una solución a este problema: la economía de escala. En lugar de contar con un solo “influencer” contar con muchos lo que permitirá igualmente llegar a millones de seguidores. Según diversos estudios, esta estrategia consigue que el mensaje sea más creíble, de mayor calidad y que el receptor esté más abierto a considerar lo que se dice de la marca.
A pesar de todos los datos y estudios que existen al respecto, aún sigue costando creer que una persona normal pueda llegar a ser más influyente que un famoso, pero lo cierto es que la conexión es más efectiva y real. Los usuarios cada vez confían menos en los mensajes de las marcas y más en los mensajes que provienen de personas cercanas o de usuarios a los que siguen en las redes sociales. Y eso es el algo que las empresas deben tener muy en cuenta por lo que si tienes un negocio y aún no has probado esta nueva estrategia de marketing ya tienes un nuevo reto para este año que acabamos de inaugurar.
¿Cuánto gana un “influencer” que no es famoso?
Aunque son muchas las cifras que se barajan, según fuentes del sector las ganancias serían, en el caso de una publicación en Twitter o Facebook, entre 80 y 100 euros por post en caso de tener 10.000 fans, 300 euros para 50.000 seguidores y hasta 3.000 para medio millón. En el caso de Instagram sube la cuota: 120-150 euros por foto para 10.000 fans, 500 euros por 50.000 impresiones y, a partir de 2.500 euros en el caso de tener más de medio millones de seguidores. Pero sin duda, los que se llevan la palma son los videos de Youtube: entre 150 y 300 euros por 10.000 seguidores y 10.000 euros por medio millón de “follower”