A pesar de que la mayoría de personas poco o nada saben sobre esta técnica, lo cierto es que cada vez es más frecuente tener que recurrir a ella para alcanzar el nivel de competitividad deseado. Y es que, tal y como indican desde AYTECMA, “el retrofitting ha significado para muchas empresas una auténtica salvación, dado que permite modernizar los procesos de producción sin necesidad de realizar una fuerte inversión, a la par que la sitúa a los niveles de sus más próximos competidores”.
Por regla general, las personas que moran en este mundo suelen dejarse llevar por tendencias, modas y también por los grandes avances tecnológicos de los últimos tiempos. Sin embargo, la mayoría no es consciente de lo mucho que estos cambios tecnológicos han afectado a la industria en general. En las empresas más modernas los procesos de producción se han automatizado de tal manera que la mano del hombre prácticamente ya no es necesaria, lo que supone su funcionamiento continuo, sin paradas ni descansos, lo que les permite producir más en menos tiempo, respondiendo rápidamente a la elevada demanda de nuestros días.
“En el caso de las empresas que ya existían antes de la llegada de todos los avances tecnológicos de los que disfrutamos hoy en día, no les ha quedado otro remedio que realizar una inversión para seguir siendo competitivos” comentan desde AYTECMA.
Evidentemente, no es lo mismo tener que cambiar toda la maquinaria existente, que poder adaptar la existente a los avances tecnológicos, la diferencia fundamental radica en el coste de la inversión, mucho más baja en el segundo caso.
Pero, además de que la inversión será menor, el retrofitting tiene para cualquier empresa dos claras ventajas que hacen que la mayoría de empresarios se decanten por esta solución, son las siguientes:
- Incrementar la productividad.
- Mejorar la calidad del producto final.
Sin olvidar, por supuesto, que esta técnica también permitirá en algunos casos ampliar la oferta de productos.
En cualquier caso, lo que está claro es que el retrofitting ha sido, en muchos casos, un auténtico chaleco salvavidas.