Iberdrola ha puesto su capacidad de acceso global a suministros al servicio de la Administración para adquirir material sanitario de primera necesidad. Este mismo sábado aterrizaba en el aeropuerto de Madrid- Torrejón, un avión militar con parte de los 4,6 millones de mascarillas donadas por la compañía. El ejército está recogiendo directamente en Shanghái la cantidad adquirida a través del proveedor Wootoline, que distribuirá posteriormente entre los diversos centros logísticos que tiene en todo el país.
Esta semana también ha llegado un lote de buzos de protección desechables certificados bajo la Directiva 89/686/ECC, gestionados por Iturri para el Ministerio del Interior y Sanidad, que, como el resto de material dirigido a las administraciones, está llegando en aviones comerciales y se almacena hasta su distribución en el Campus de la compañía, centro de formación convertido temporalmente en un gran almacén.
En los próximos días se espera la llegada de 438 respirados, 400 de ellos gestionados a través del proveedor Amara, y otros 38 con Viral Health, junto a un gran lote de gafas de protección y más mascarillas y buzos, adquiridos con la ayuda de este mismo proveedor.
En total, y además de los 4,6 millones de mascarillas y 438 respiradores, Iberdrola ha adquirido en una primera compra, valorada en más de 22 millones de euros, 120.000 buzos y 20.000 gafas de protección, todo ello a través de los proveedores Iturri, Wottoline, Amara y Viral Health.
La compañía también ha distribuido un pequeño lote de material de 100.000 euros compuesto por guantes de nitrilo, buzos desechables, mascarillas FFP2/KN95, gafas, semi-máscaras, gel hidro-alcohólico, batas y manguitos en el País Vasco, gestionado con el apoyo de Iturri, El Corte Inglés, Guerín-Sonepar, Centralcom, Central del Regalo y Ceminorte.
Plan integral contra la COVID-19
El grupo ha implementado 107 medidas a nivel global durante esta crisis sanitaria, en la que más de un 90% de la plantilla de oficina se encuentra teletrabajando y en la que se ha reorganizado el trabajo de personal de exterior de las centrales y de las redes de transporte y distribución.
Iberdrola también trasladó al comienzo de esta crisis sanitaria a las Consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas su programa de acción global contra el coronavirus COVID-19, que incluía un plan de atención especial a los servicios hospitalarios en España con el objetivo de asegurar el mantenimiento y calidad del suministro, así como el despliegue de nuevas instalaciones destinadas a reforzar el servicio. La compañía también ha donado 8.000 mantas a hospitales de campaña y residencias de ancianos.
“Este plan integral nos está permitiendo garantizar la continuidad del suministro eléctrico al conjunto de la población, reforzando a la vez con medios humanos y técnicos aquellas infraestructuras de especial sensibilidad, como hospitales o centros de salud”, aseguró el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, durante la Junta General de Accionistas celebrada de manera 100% telemática la semana pasada.
En resumen, la respuesta de Iberdrola a la crisis del coronavirus COVID-19 es “plenamente consecuente” con el modelo que lleva aplicando desde hace décadas, orientado a la creación de valor sostenible para accionistas, empleados y sociedad en general.