Esta es la ambiciosa apuesta de Alice65: convertir los asistentes de voz como Alexa o Google Home de asistentes pasivos en iniciadores de conversaciones. Su innovación radica en activar estos asistentes a través de dispositivos IoT (conectados a internet) y no a través de la voz como hasta ahora funcionan dichos asistentes.
“La aplicación inmediata que vimos a nuestra solución es mejorar la asistencia a los colectivos vulnerables, en especial a los mayores”, comenta Antonio Gil fundador del proyecto.
En convesaciones con empresas del sector de la asistencia queda patente que los asistentes por voz son una herramienta muy útil de asistencia avanzada.
Alice65 tiene una ventaja diferenciadora fundamental respecto al resto al solventar la brecha digital: funciona sin necesidad de utilizar la voz para evitar también complicar la vida a las personas que no estén acostumbradas a esta tecnología ya que, con un botón de asistencia, comenzará a funcionar.
Así, las familias tienen la tranquilidad de disponer de un sistema de teleasistencia 24 horas económico que tan solo necesita un asistente de voz que conecte con internet, un botón de asistencia y un móvil que quede conectado al sistema. Por su parte, los familiares pueden interactuar con una app que actualiza los recordatorios y muestra los informes de uso.
“Buscábamos utilizar la tecnología como nunca en el sector de la teleasistencia. Con pulsar un botón que llevan colgado los usuarios, Alexa o Google Home se activan y les informan de tareas programadas para ese día, incluso hasta el punto de solicitar la confirmación de que el usuario ha tomado la medicación. Una pulsación prolongada, además, sirve para contactar con el familiar o la persona de apoyo seleccionada a la que envía, de forma automática, un SMS” explica Roberto Rodrigo, también fundador de Alice65.
La compañía, además, sigue trabajando en incorporar los relojes inteligentes dentro del ecosistema para ir por delante de posibles problemas puntuales del usuario, detectando y notificando anomalías en los biorritmos a través de inteligencia artificial y la detección de probabilidad de caídas antes de que ocurran.
La Covid19 ha disparado la necesidad de buscar soluciones innovadoras para colectivos como el de los mayores, que ya no quieren – ni ellos ni, en la mayoría de casos, los familiares – ir a residencias cuando no son del todo dependientes.
“Nuestra solución está lista para ser comercializada. Estamos en conversaciones con empresas de Asistencia y Aseguradoras para llegar a un acuerdo e incorporar nuestra solución dentro del porfolio de servicios de alguna de estas empresas. Creemos que aportamos una solución innovadora y diferenciadora a cualquier sistema de asistencia actual” explican.