El Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Vietnam (EVFTA), que se dirige al Consejo Europeo y al Parlamento Europeo para su aprobación final necesaria para su entrada en vigor, aporta ventajas y beneficios sin precedentes para Vietnam y la UE
El Enviado Comercial del Primer Ministro británico a Vietnam, Laos y Camboya, el Diputado Edward Vaizey y la economista Alessandra Bonfiglioli, de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL)* dan su opinión sobre las numerosas oportunidades que se espera que el EVFTA ofrezca a ambas partes.
Sobre los posibles efectos del EVFTA en la economía de la UE:
Vaizey:
El mayor impacto será la eliminación de los derechos de aduana sobre las mercancías comercializadas entre la UE y Vietnam.
El 65% de los derechos de importación de la UE a Vietnam se eliminará inmediatamente y el resto se eliminará en los próximos 10 años.
Para Vietnam, la aplicación de los principios de la Fundación Internacional del Trabajo y del Acuerdo de París es también un paso importante.
Bonfiglioli:
La UE se beneficiará sin duda de un mejor acceso al mercado vietnamita, y en mayor medida que las empresas vietnamitas en su acceso a la UE. La razón es que, mientras que el EVFTA reducirá los aranceles sobre las mercancías en un 99% bilateralmente, de hecho, muchos productos vietnamitas ya han disfrutado de preferencias comerciales ofrecidas unilateralmente por la UE en el marco del Sistema General de Preferencias (SPG). Los sectores que más se beneficiarán en la UE serán los de la producción de maquinaria, vehículos y productos farmacéuticos.
Además, el acuerdo concede la protección de las indicaciones geográficas, como las de los quesos Champagne, Parmigiano Reggiano y Feta, y muchas más (existen 169 productos alimenticios y bebidas tradicionales europeas). Teniendo en cuenta que los espectaculares resultados del crecimiento de Vietnam aumentarán la demanda de estos productos, se espera que el sector agrícola de la UE obtenga beneficios importantes.
El EVFTA concederá a las empresas europeas un mejor acceso a los mercados vietnamitas de contratación pública que a las empresas de cualquier otro país. Esto significa que podrán presentar ofertas para contratos públicos, por ejemplo en infraestructuras, cuyo valor asciende a miles de millones de euros.