El sector de la construcción en Málaga está atravesando un crecimiento sin precedentes durante el año 2024, lo que la sitúa como una de las provincias más dinámicas en términos de inversión en obras. Según el estudio «Análisis y evolución del sector de la construcción», elaborado por la firma tecnológica DoubleTrade, en los primeros cuatro meses de este año se destinaron 12.483 millones de euros adicionales a la ejecución de obras en España en comparación con el mismo periodo de 2023. Andalucía, con Málaga a la cabeza, se destaca como una de las regiones que más ha aprovechado este auge. En concreto, lidera las inversiones en la comunidad autónoma con 530 obras que suman un total de 2.620 millones de euros.
Uno de los factores clave detrás de este aumento es la disponibilidad de terrenos urbanizables en Málaga, lo que ha permitido a promotores y desarrolladores aprovechar al máximo las oportunidades del mercado inmobiliario. La provincia, con una ubicación estratégica en la Costa del Sol, atrae tanto a inversores nacionales como internacionales, quienes ven en la región un potencial económico y turístico en constante expansión. A esto se suma la creciente demanda de nuevas viviendas, hoteles, centros comerciales e infraestructuras para el ocio y el turismo, sectores que se han visto revitalizados gracias a las inversiones realizadas en los últimos años.
Las principales razones por las que se elige para nuevas edificaciones van más allá de su clima y atractivo turístico. En primer lugar, ofrece una conectividad excepcional gracias a su aeropuerto internacional, uno de los más importantes de España, y a su red de trenes de alta velocidad, lo que facilita tanto el turismo como las actividades comerciales. Además, el puerto se ha consolidado como un punto estratégico para el comercio marítimo y el turismo de cruceros, lo que impulsa aún más la demanda de infraestructuras.
Otro factor crucial es el constante crecimiento de la población, impulsado en parte por la atracción de profesionales y empresas que buscan establecerse en una ciudad en pleno desarrollo. El destino ha logrado posicionarse como un centro tecnológico y cultural, con proyectos como el desarrollo del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) que atraen a empresas de innovación y tecnología. Esto ha generado una mayor necesidad de nuevas áreas residenciales y comerciales, así como la renovación de infraestructuras ya existentes.
La calidad de vida también juega un papel determinante. La combinación de un clima mediterráneo privilegiado, un entorno natural espectacular, y una oferta cultural y de ocio cada vez más diversa, convierten a esta provincia en un lugar ideal tanto para vivir como para invertir. Además, la seguridad y la calidad de los servicios públicos han mejorado significativamente, lo que la ha reforzado como un destino atractivo y estable para las familias, empresarios y jubilados que buscan un entorno tranquilo pero con todas las comodidades.
El turismo sigue siendo otro de los motores principales del auge. Ha logrado diversificar su oferta turística, enfocándose no solo en el turismo de sol y playa, sino también en el cultural, el gastronómico y el deportivo. Esta evolución ha generado la necesidad de construir más hoteles, apartamentos turísticos y centros de ocio, lo que a su vez ha llevado a un aumento en la demanda de mano de obra y materiales especializados en la región.
En Minza Cooper, comentan: “Nos especializamos en la gestión de compra y venta de activos inmobiliarios, especialmente en terrenos urbanizables. Estas oportunidades son ideales tanto para inversores particulares como para fondos de inversión.” El auge de la construcción no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una confluencia de factores que van desde la disponibilidad de terrenos urbanizables y la conectividad de la región hasta la creciente demanda de infraestructuras para un turismo diversificado y un entorno económico favorable. A medida que las inversiones continúan creciendo, Málaga se posiciona como un referente en el sector de la construcción, impulsando no solo su desarrollo urbano sino también su calidad de vida. Esto no solo refleja un auge económico, sino que también es una oportunidad para crear una ciudad aún más próspera, moderna y habitable.