Si hay algo que ha quedado claro echando un vistazo a las cifras de 2023 es que las ayudas europeas han servido de reclamo para que haya un notable incremento en las reformas de locales comerciales en nuestro país.
En un contexto en el que la mayoría de servicios se basan en el comercio o local de proximidad, muchos necesitaban de una nueva imagen para conseguir volver a conectar con el público. De hecho, han sido las ayudas las que han atenuado la caída que ya registraban los suministradores de materiales que habían visto cómo el sector sufría un retroceso con la crisis actual y la inflación latente.
Pese a que el gran grueso venía de mano de las reformas en domicilios, es hoy la de locales la que más peso está teniendo en las cifras de resultados de las principales empresas del sector.
¿Qué hay que tener en cuenta en un proyecto de este tipo?
El primer paso es asumir que el presupuesto es la clave. Al presupuestar una renovación comercial es necesario comprender los costos involucrados.
Esto incluye identificar los materiales y equipos necesarios, determinar los costos de mano de obra y tener en cuenta gastos inesperados.
“Para evitar gastos excesivos, es importante investigar y planificar todos los gastos potenciales. Crear un presupuesto detallado que incluya todos los costos, tanto esperados como inesperados, puede ayudar a los dueños de negocios a mantener el rumbo y evitar sorpresas, teniendo claro qué se consigue con una planificación clara” explican desde DJC Construcciones, quienes tienen gran experiencia en la rehabilitación de espacios en Cádiz.
Otro aspecto importante de la renovación comercial es la obtención de las licencias y permisos necesarios. Esto implica conocer las regulaciones locales, comprender el proceso de solicitud y presupuestar tarifas e inspecciones, algo que suele ser responsabilidad de las empresas y que también deben hacer que conste en los presupuestos.
Por último, gestionar las facturas y los gastos según vayan llegando es fundamental para mantenerse dentro del presupuesto durante la renovación comercial.
Esto implica implementar un sistema de seguimiento de gastos que no tenga que irse improvisando por cambios en cada paso. Aunque es labor de las empresas de construcción negociar con proveedores y contratistas y priorizar gastos, se puede trabajar con ellos en algunas de las facetas para conseguir un resultado concreto. Así, si hubiera desvaríos, se pueden priorizar las decisiones y los dueños de negocios pueden asegurarse de gastar dinero solo en lo que es esencial para el proyecto.