Cada día, en España, se reparten millones de paquetes a la puerta de los domicilios y oficinas de los destinatarios.
Desde que comenzara el auge de la paquetería y de los servicios de envío a domicilio, cada vez son más los que se aprovechan de la comodidad de poder recibir a demanda cualquier pedido en tiempo récord.
Sin embargo, esto supone en realidad todo un reto a nivel logístico y de transporte.
Los servicios de paquetería se han convertido en una parte esencial del comercio moderno con una serie de servicios que necesitan cruzar por tierra, mar y aire los kilómetros entre emisor y receptor de las órdenes.
En la era digital, además, los clientes esperan servicios de entrega rápidos y eficientes.
A qué retos se enfrentan las compañías
“Uno de los aspectos más críticos de los servicios de paquetería es la capacidad de monitorear paquetes y flotas en tiempo real” explica TC Courier.
Esto se logra mediante el uso de tecnologías de seguimiento, como códigos de barras y etiquetas RFID, que permiten rastrear los paquetes desde el momento en que se recogen hasta que se entregan.
También los sistemas GPS se utilizan para rastrear los movimientos de la flota y optimizar rutas, reduciendo los tiempos de entrega y mejorando la eficiencia, una de las claves en las que más están trabajando las compañías para aprovechar también la posibilidad de hacer entregas combinadas cuando salen de almacenes en los que se opera desde la misma logística y transporte.
El análisis de datos es uno de los grandes caminos en desarrollo y se puede utilizar para identificar áreas de mejora y aumentar la eficiencia, como identificar áreas de alto tráfico u optimizar las rutas de entrega. Además de monitorear paquetes y flotas, los servicios de paquetería también deben centrarse en acortar los tiempos de entrega. Esto se puede lograr mediante el uso de automatización y tecnología, como sistemas de clasificación automatizados y manipuladores robóticos de paquetes, que pueden reducir significativamente los tiempos de procesamiento y manipulación. En última instancia, los servicios de transporte deben priorizar tanto la eficiencia como la satisfacción del cliente para seguir siendo competitivos en la era digital.