El aislamiento térmico favorece el cuidado de la salud, ya que ayuda a crear ambientes interiores confortables y con una mayor calidad del aire, además de contribuir a la reducción de contaminación por CO2 en las ciudades
Más allá de contribuir a la eficiencia energética de los edificios, el aislamiento térmico también desempeña un papel fundamental en el cuidado de la salud. Y es que, además de favorecer a la reducción de la demanda de energía en las viviendas, cifrada, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España), en el 20% del consumo total del país, también supone una excelente solución para crear un espacio interior confortable y libre de agentes perjudiciales para la salud, además de contribuir a la reducción de contaminación por CO2 en las ciudades.
Los catarros, el asma y otro tipo de patologías similares están relacionados, en muchas ocasiones, con el aire que se respira a diario en el hogar y en los espacios exteriores, de ahí que este elemento cobre especial importancia ahora, en un texto en el que las enfermedades respiratorias han estado a la orden del día: tal y como muestran las estadísticas publicadas por el Instituto de Salud Carlos III, adscrito al Ministerio de Sanidad, la incidencia de virus respiratorios llegó a superar los 900 casos por 100.000 habitantes a principios de 2024.
Según el IDAE, el 60% de las viviendas españolas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética. Por este motivo, y dada la importancia del aislamiento térmico para crear ambientes confortables y con una mayor calidad del aire, los expertos de Sto, compañía internacional especializada en la fabricación de sistemas y elementos constructivos, identifican las principales razones que justifican las ventajas de esta solución a la hora de prevenir enfermedades respiratorias:
- Contribuye a una temperatura interior constante. Las fluctuaciones de temperatura pueden tener un efecto negativo en el sistema respiratorio, irritando las vías respiratorias e incrementando la probabilidad de padecer enfermedades. Con la aplicación de un sistema de aislamiento térmico, se mantendrá una temperatura constante en el hogar y se evitará cualquier variación brusca en este sentido.
- Previene la proliferación de moho. La humedad excesiva en la vivienda puede propiciar el crecimiento de moho, desencadenante de diversas enfermedades respiratorias, como alergias o asma. De este modo, gracias a la capacidad de este tipo de soluciones de mantener una temperatura interior constante, se reducirá la condensación de humedad en techos y paredes y, con ello, la proliferación de estos microorganismos.
- Reduce la contaminación por CO2 en las ciudades. La reducción de la demanda energética asociada con el aislamiento térmico del hogar contribuye indirectamente a la mejora de la calidad del aire exterior al disminuir las emisiones de contaminantes atmosféricos. Hay que tener en cuenta que la exposición crónica a estos elementos puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
Fuente Comunicae