Tal y como lo define la Fundación Ellen McArthur, “la economía circular es un sistema en el que los materiales nunca se convierten en gasto y todo se regenera”.
Se trata de un proceso continuo en el que diferentes recursos de una empresa se utilizan para producir materiales de otras características. En definitiva, la circularidad empresarial busca reducir el gasto y, con él, la contaminación también en línea con la Agenda 2030.
“No tenemos recursos infinitos por lo que es necesario tener conciencia de las opciones para reutilizar los que se desechan” explican desde Bolsalea, pionera en circularidad en España.
Ventajas de la circularidad empresarial
Hay varios motivos que sirven para convencer en el ámbito corporativo para instaurar esta política de circularidad.
En primer lugar, porque resulta más económico usar materiales reciclados y reutilizados en la producción.
Siguiendo las ventajas, ayuda a reducir la cantidad de residuos que se generan, lo que es vital ya que, generalmente, se trata de materiales de descomposición lenta que acaban contaminando.
En tercer lugar, es previsible que exista, en breve, un marco legislativo que regule la producción en las compañías en este campo, lo que hace que quienes se sumen desde este momento y vayan dando pasos en la dirección de la circularidad tengan el camino allanado cuando la norma se establezca.
Por último, otra de las grandes ventajas de utilizar la economía circular es la capacidad de reacción ante algunos problemas de producción, como puede ser una falta de recursos o un incremento en los costes de los recursos limitados. De hecho, la forma más sencilla de adaptarse a la circularidad desde dentro es hacer que los residuos no salgan siquiera de la empresa, convirtiéndo los materiales que puedan reutilizarse directamente.
“Lo habitual es utilizar productos obsoletos: si hay un cambio de branding, todos los objetos que llevan la imagen de marca anterior se pueden reutilizar. También es común que todos los soportes publicitarios de campañas puntuales se incluyan dentro de esta producción regenerativa para evitar que se conviertan en residuos y se les dé una nueva vida” explican desde el ámbito corporativo, teniendo en cuenta que la forma más sencilla de utilizar los recursos de papel es vía fabricación de bolsas de papel reutilizables o diferentes formas de packaging para entregar sus productos al cliente.