El hermano pequeño de Puntarena nos conquista con la genuina cocina mexicana del chef Federico Rigoletti
Ana S. Diéguez
Ticuí abrió sus puertas durante el mes de enero del año pasado para sorprendernos con una formidable propuesta de autentica cocina mexicana. La gran acogida de su primer restaurante en la capital, Puntarena, animó a su artífice, el chef Federico Rigoletti, a embarcarse en un nuevo proyecto gastronómico protagonizado por un sensacional concepto que nos adentra en el genuino sabor de México.
Con un diseño artesano y elegante, una carta corta pero rotunda y una seductora colección de tequilas, traspasar el umbral de Ticuí significa adentrarse de lleno en la esencia de la autentica cocina mexicana.
Este coqueto restaurante bautizado en honor a una pequeña población mexicana del estado Guerrero abrió sus puertas con la intención de mostrarnos una sólida evolución de la cocina de Puntarena con una propuesta mucho más informal que además incluye acertados guiños viajeros.
En nuestra primera visita a Ticuí, comenzamos saboreando un divertido aperitivo de totopos caseros con salsas picantes mexicanas que nos trasladaron a México nada más llegar al restaurante antes de pasar a probar su apetecible menú aniversario que comienza con dos opciones a elegir.
Por un lado, un refrescante aguachile de camarón con toques de pepino, menta y aguacate y por otro, una sabrosa tostada de atún que va aderezada con chiles y aguacate. Tras probar ambas opciones, recomendamos arrancar la visita en Ticuí con el delicioso aguachile, que nos resultó sumamente fresco y equilibrado.
El menú continúa con una nueva elección, entre un sope de pulpo sobre base de frijol puerco y un exquisito huarache de setas que va aderezado con frijoles, guacamole, chile y cilantro. Un espectacular bocado que disfrutamos de principio a fin, antes de pasar a probar los platos principales.
En este caso, nos tocó elegir entre un pescado a la talla que en este caso era salmón, y una jugosa costilla pastor con guarnición de piña y cebolla encurtida. Tras probar ambos platos, nos decantamos por el pescado a la talla que logró trasladarnos a México bocado a bocado.
Para terminar, el menú concluye con un correcto pastel de elote. Un postre típico mexicano que aporta el punto dulce a la velada y nos despidió de este divertido viaje gastronómico al corazón de México a través del paladar.
Ticuí nos aguarda en el numero seis de la madrileña calle de Cedaceros con un precioso local donde la madera cobra un protagonismo indiscutible y donde no podemos dejar de visitar su agradable rooftop para disfrutar de sus apetecibles cócteles mientras nos embriagamos con unas magníficas vistas del skyline madrileño. ¿Se os ocurre un plan mejor?
TICUÍ
Dirección: Calle de Cedaceros, 6,
28014 Madrid
Web: https://www.ticui.es/
Menú aniversario: 35€